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La vicepresidenta primera del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, mantendrá hoy una entrevista con el president Antich y con diversos sectores, como el de la construcción, y mañana se reunirá con representantes del sector turístico. La próxima semana será el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, quien visite Balears. El Ejecutivo de las Islas espera mucho de estas visitas y confía en mejorar la colaboración con el Ejecutivo.

La portavoz del Govern, Joana Barceló, aseguró ayer que la visita de Fernández de la Vega se centrará, principalmente, en realizar un análisis de la situación de dos «sectores claves» en el desarrollo de la actividad económica de Balears como son el turístico y el de la construcción.

El Govern tiene muy buena opinión de Chaves, que ahora se encargará de las relaciones con las comunidades. Así, Barceló se refirió ayer a que tendrá la «oportunidad de corregir» el «tratamiento injusto» sufrido por las Islas en materia de financiación autonómica. Barceló incidió en que Chaves ya defendió, cuando era presidente de la Junta de Andalucía, que Balears era la comunidad autónoma que «más necesitaba la reforma», así como que se constituía como la «más injustamente tratada». Así, Barceló señaló que en el encuentro que mantendrá el presidente del Govern, Francesc Antich, con el vicepresidente tercero el próximo día 24 de abril, se realizará una «cuantificación de recursos», y se verá «cómo se traduce este modelo a nivel cuantitativo». En este sentido, apuntó que este «espacio» no se podrá «dar por cerrado hasta el último momento».

No obstante, la portavoz remarcó que cerrar el acuerdo sobre la reforma del sistema no es «fácil», aunque incidió en la importancia que tendrá la figura de Chaves en las negociaciones, puesto que se trata de una persona que «entiende perfectamente» la injusta situación en la que se encuentran las Islas. Así, señaló la necesidad de que Balears «quede a la altura que le toca».

En relación a De la Vega, el sector reclamará incentivos a la inversión y acceso más fácil a los créditos. Maria Salom, del PP, considera la vista una «mera sesión fotográfica».