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M.JUNCOSA El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSM) ha desestimado el recurso de suplicación presentado por los dos pilotos de Air Europa que fueron despedidos tras pelearse en un hotel de Vigo, en visible estado de embriaguez, cinco horas antes de tener programado un vuelo con destino a la capital de España.

La sentencia del TSM confirma la anterior del juzgado de lo social y confirma el despido de los pilotos, que además eran o habían sido delegados del Sindicato Español de Pilotos de Compañías Aéreas (SEPLA).

Según recoge la sentencia, el comandante y el segundo piloto despedidos -con salarios de 140.271 euros y 79.630 euros anuales, respectivamente-, volaron el 21 de septiembre de 2008 desde Madrid a Vigo y, sobre las 11 de la noche, se desplazaron al hotel designado por la compañía.

Desde allí y con los uniformes de vuelo, aunque prescindiendo de símbolos como galones, chaqueta y gorra, se desplazaron a una marisquería donde consumieron cervezas, vinos, marisco y licores, y donde conocieron a dos mujeres.

Sobre la 1:20 de la madrugada los pilotos y las dos señoras salieron del restaurante aunque éstas se negaron a acompañarles a un bar cercano porque consideraban que ya habían bebido en exceso. Una vez en el interior del bar, los pilotos siguieron tomando copas y comenzaron a discutir reprochándose mutuamente la marcha de las señoritas. Al ver que la discusión iba a más, los encargados del local instaron a uno de los pilotos a marcharse al hotel mientras que retuvieron al otro. La sentencia indica que llegaron al hotel por separado a las 2.30 de la madrugada, aunque el primero esperó al segundo en las inmediaciones y comenzaron a agredirse hasta quedar en el suelo uno encima del otro, con lesiones y hematomas y la ropa ensangrentada
En ese momento fueron separados por policías locales de Vigo, que les solicitaron la hora de salida de su vuelo. Los pilotos dijeron que partían a las 12:00 pero la Policía confirmó que la salida era a las 7:00. Air Europa tuvo que trasladar a otros dos pilotos en imaginaria desde Madrid, vía Santiago y en taxi hasta Vigo, para hacerse cargo del vuelo, que tuvo más de tres horas de retraso.