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JULIÀN AGUIRRE Alrededor de medio centenar de galgos y podencos participaron ayer en el primer paseo de galgos y podencos por el centro de Palma. Esta primera concentración, organizada vía e-mail y a través de asociaciones, tuvo una excelente aceptación y gran participación. «El mensaje es muy sencillo, -aseguraba una voluntaria de Galgos 112. Se trata de evitar la terrible problemática de abandono y maltrato que reciben galgos y podencos».

Cuatro galgos y cuatro podencos llegaban del refugio de Esporles, casi todos ellos abandonados por sus dueños, quizás cazadores que ya no pueden sacar rendimiento de estos pura raza y los dejan en mitad de la montaña o en plena carretera. La salida se efectuó en la zona del paseo Mallorca a la altura del Museo Es Baluard, dirección Jaume III, pasando por el Paseo del Borne, Passeig Marítim y subiendo por el parque de Sa Feixina. Un paseo en el que los galgos y podencos no pasaron desapercibido entre viandantes y conductores.

Entre los protagonistas de la tarde, también hubo otras razas de perros que se fueron uniendo, de manera solidaria, durante el recorrido en apoyo a que se finalice con el maltrato y abandono de, no sólo podencos y galgos, sino de cualquier raza de perros.