TW
0

El arquitecto Llorenç Jaume Sastre declaró ayer en calidad de imputado ante el juez instructor del 'caso Turisme Jove', que recibió el encargo por parte de Damià Amengual, ex gerente de ese consorcio público, de proyectar el derribo de un edificio y construir un albergue en el solar por el que cobró 29.800 euros sin que antes mediara una adjudicación del trabajo a través de un concurso público.

El fiscal Anticorrupción Pedro Horrach investiga si el arquitecto fijó esa cantidad (29.800 euros) para eludir la cifra que fija la adjudicación de contratos considerados «menores», esto es, 30.000 euros.

Llorenç Jaume declaró que no le había extrañado que no hubiera ningún tipo de concurso para adjudicarle las obras, ya que «era la primera vez que trabajaba con la Administración», explicó. Dijo que había mantenido unas seis reuniones con la cúpula del Consorci Turisme Jove, y que, entre otros, intervenía Juan Francisco Gosálvez (ex jefe de servicios del consorcio, en libertad con fianza de 12.000 euros).

Añadió que cuando le anunciaron que el proyecto no iba a ejecutarse, se dirigió al Colegio de Arquitectos, quien certificó que el trabajo realizado respondía al 40% del total del encargo, y que por esa razón facturó 29.800 euros.

El 'caso Turisme Jove' investiga los supuestos delitos de malversación de caudales públicos y cohecho. El arquitecto, asimismo, dijo al juez y a los abogados personados, Bartomeu Vidal, Gabriel Garcías, Pablo Vives, Bufete Pomar y F. Morey, que aunque no recordaba la cifra total del presupuesto, pero que «debían ser más de 1'5 millones de euros», precisó.

Dijo que conocía a Damià Amengual, también imputado, porque ambos son vecinos de Algaida, y supone que por esa razón se dirigió a él para encargarle el proyecto.

También admitió que no había solicitado el visado al Colegio de Arquitectos porque «así se lo aconsejó el jefe de visados del colegio, ya que el objetivo era evitar gastos».