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LAURA MOYÀ En 2007, el área de Benestar Social del Ajuntament de Palma gestionó 184 ayudas para alimentos. En 2008, esa cifra ascendió hasta las 215. Desde que empezó 2009, las peticiones subieron por culpa de la crisis hasta las 284, lo que supone un 40 por ciento más que en todo 2008.

Ante esta situación, el departamento de Benestar Social, que gestiona Eberhard Grosske, ha decidido distribuir los alimentos procedentes del Plan de Ayudas de la Comunidad Europea en colaboración con Cruz Roja. De esta manera, se repartirán 76 toneladas entre las personas que los servicios sociales hayan detectado que necesitan la prestación, un 94'9 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. En septiembre y en diciembre llegarán nuevas partidas de alimentos.

Los centros municipales indicarán a los usuarios del servicio dónde pueden recoger las ayudas. Para ello, Benestar Social cuenta con la colaboración de 16 entidades ciudadanas, que se encargarán de distribuir la comida.

«Las peticiones de ayuda se han disparado en los últimos meses, y todo indica que en octubre será peor», aseguró Grosske. El regidor no descartó hacer «un llamamiento a la ciudadanía» para una futura recogida de alimentos. De momento, y a la espera de «ver cómo evoluciona» la situación, Grosske explicó que se están manteniendo conversaciones con empresas privadas y supermercados «para que no se desperdicie ni un alimento».