Miquel Àngel Flaquer, anoche al término de la reunión del Consell Polític. Foto: SEBASTIA AMENGUAL

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JUAN MESTRE

El Consell Polític de UM acordó ayer, en una reunión que acabó pasada la medianoche, que se celebre congreso extraordinario el 11 de julio. Sin embargo, este mismo órgano acordó que Miquel Àngel Flaquer sea el presidente de la gestora hasta el congreso y único candidato a la presidencia. El Consell Polític aceptó también la dimisión en bloque de la ejecutiva que hasta ayer presidía Nadal.

En una jornada maratoniana para UM, Flaquer consiguió su objetivo, aunque el sector norte también logró forzar un congreso extraordinario. El secretario general saliente, Miquel Ferrer, dijo que el congreso servirá para convalidar el nombramiento de Flaquer.

En sus primeras palabras, Flaquer dijo que ser elegido por un congreso «es lo máximo que puede pasar» y apuntó que el debate del Consell Polític había sido muy rico. «Creo que todos estamos contentos, pero ha sido un día largo. Agradecemos a Nadal y Ferrer su trabajo porque no ha sido fácil. Hoy empieza un nuevo día y UM está muy estresado», reconoció.

Cuando Flaquer se refería a la tensión de UM hablaba de todos los movimientos que hubo para formar una nueva ejecutiva que, finalmente, no resultó elegida.

La confección de la ejecutiva ya generó muchas tensiones internas durante la mañana. Por un lado, la incorporación de Mateu Cañellas provocó la indignación de Miquel Nadal. Desde el episodio de la candidatura europea, las relaciones entre Nadal y Cañellas son nulas, hasta el punto de que el primero quiere evitar que el conseller d'Esports siga al frente de UM Palma. Nadal pidió desde el primer momento el veto a Cañellas, Melià y Bauçà en la nueva ejecutiva. Pero Flaquer también tuvo tensiones con el sector de Grimalt al elegir a Damià Nicolau como secretario general de UM.