Diecisiete niños y niñas llegados de Manacor, Capdepera, Petra o Campos pasaron por entre las ramas cortadas transversalmente y fueron untados con la savia del árbol en la hernia para ser curados, una vez el sol despuntaba, como cada año a las 6.20 horas.
Pero el ritual comienza sobre las cuatro de la madrugada, cuando la familia Sureda, depositaria de la centenaria tradición, recibió a los niños que padecen de hernia o trencat. Se les entrega un número y unas cintas de colores que se atan posteriormente a la rama por donde ha pasado el niño. Luego se untará de barro para favorecer su rebrote. Pasados cuarenta días, si la rama vuelve a florecer será señal inequívoca de que el ritual ha tenido éxito y que el niño está curado. El histórico vimer de s'Hort des Correu cuenta con un alto porcentaje de curaciones. Así, un año más, la magia del vimer de s'Hort des Correu hizo acto de presencia y los niños que pasaron por entre sus ramas serán curados, en su mayoría, de hernia tras una experiencia inolvidable.
G. Mas
(texto y foto)
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