Alicia Mateos28/06/09 0:00
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«No creo que se vuelvan a vender proyectos enteros de vivienda a compradores antes de empezar promociones como hemos estado haciendo en los últimos años. El negocio de la promoción-construcción se va a reconvertir», explica el director general de la constructora Pedro Siles, Norberto Cerón. En su opinión, el stock de viviendas acumulado tardará más de dos años en digerirse. Por ello, vaticina que «de aquí a final de año habrá muchas empresas que tendrán que reducirse muchísimo más y algunas de las más pequeñas cerrar si la inversión pública no llega». Considera que el sector hotelero, con la puesta el marcha del Plan Renove, y las administraciones, con la obra pública, son los que «puedan paliar el parón de la promoción privada».

Cerón explica que vivió «la crisis del 92 en otra empresa, pero no tiene nada que ver con esta, que tiene dos factores importantes: la globalización y que es una crisis financiera». Por ello, considera que la salida de la crisis «dependerá de lo que hagan los bancos en el último trimestre del año y en el primero del que viene. Si los bancos ayudan a que ese stock vaya saliendo los promotores que están aguantando reactivarán su actividad».

Cerón confiesa que lleva «un año que duermo poquito, más que por los problemas reales de la empresa por la responsabilidad». En este sentido, sostiene que «cuando eres empresario lo que no quieres es tener que despedir gente, que reducir inversiones, perder el carro del crecimiento». Aunque asegura que a la empresa que dirige la crisis le ha pillado con los deberes hechos, confiesa que «lo estamos pasando mal. El empresario que se siente empresario lo que quiere es crear y no despedir; cuando llega ese momento es complicado y horroroso, sentimental y económicamente», manifiesta.

El momento más duro por el que ha pasado fue la suspensión de pagos del Grupo Drac. «Nos pararon cinco obras de la noche a la mañana, pero la empresa está consolidad y la situación financiera que teníamos nos ha permitido aguantarlo con cierta tranquilidad. La única preocupación que tenemos es la generación de trabajo para el futuro», sentencia.