¡A jugar!

Debido al éxito alcanzado durante las ediciones anteriores, el número de alumnos inscritos ha sido superado con creces. «La gente empezó a hacer cola desde las doce de la noche del día anterior, y las oficinas abrían a las 8.30 horas», señaló Rubén Bernal, director de las Estades Esportives, quien confirmó que «en dos horas se acabaron las plazas para los dos meses de verano».

Los más de 300 niños afortunados de tener plaza disfrutan de actividades de diversa índole, entre las que el Campus es el programa estrella, además de patinaje, tiro con arco, pasando por los clásicos deportes en equipo orientados a fomentar su práctica e integrar a niños especiales. «Este año contamos con tres niños autistas y dos niños con síndrome de Down», declaró Antonio Seguí, director insular de Esports, quien está muy satisfecho con los resultados.

Pero las actividades no se quedan dentro del centro ya que realizarán varias salidas a lo largo del verano: visita al parque de bomberos, elaboración de coca de trempó en el Burotell o una visita al Castell de Bellver, entre otras. Y si no han tenido bastante con todo esto, los niños pueden quedarse a comer de 13 a 15 horas.

Como no podría ser de otra manera, no faltan las actividades acuáticas, tan bien acogidas en esta temporada. Dando la posibilidad a distintas personas que quieran disfrutar de un baño, la piscina está abierta al público para baño libre de lunes a sábados, por dos euros.

Este programa intenta fomentar la educación a través de la práctica de diferentes actividades guiadas por 26 monitores, garantizando así emoción y diversión.