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El president Antich volvió a sentar ayer en la misma mesa al Govern, la patronal y los sindicatos y escenificó la firma de un nuevo pacto: el de ayer, un pacto por el empleo y la seguridad en el trabajo que supondrá la inversión de 307 millones de euros en los próximos años. Fondos autonómicos y estatales nutrirán este acuerdo al que el president presentó como «hoja de ruta hacia la prosperidad».

Antich dijo que estos planes surgen «del proceso de diálogo social» que se inició en la legislatura actual y que queda reflejado en el Pacto por la Competitividad, Ocupación y la Cohesión Social firmado hace unos días.

El jefe del Ejecutivo balear destacó que ante «la difícil situación económica actual», se está «obligando al Govern a establecer nuevas reglas de juego», así como a adoptar «unas medidas que contrarresten los efectos negativos en el mercado laboral y se dirijan a garantizar las razones de seguridad y de formación de los trabajadores».

Entre los objetivos del Plan de Ocupación, se pretende «estimular la creación y la manutención de lugares de trabajo, como estimular la contratación, además de aumentar las posibilidades de empleo, ofreciendo ciclos formativos ligados a las necesidades de los sectores productivos».

Respecto al Plan de Seguridad Laboral, se espera crear «una cultura de salud laboral e incidir en las enfermedades laborales para poder prevenirlas», como también el Instituto Balear de Salud Laboral y el Observatorio de Siniestralidad Laboral, para «controlar y vigilar los problemas en materia de salud laboral». Katiana Vicens, de CCOO, señaló que las enfermedades laborales tienen «muchísima más incidencia que la gripe A».