El grupo de los pequeños y el de los mayores, junto a sus monitores, con quienes disfrutan de una semana cargada de aventuras y diversión.

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El Campamento de La Victoria ha sido 'invadido' de nuevo por diversos grupos de niños y niñas dispuestos a disfrutar de una semana de aventuras.

Desde que suena el despertador a las 8.30 horas, los ochenta palmesanos que componen el grupo de esta semana comienzan a salir de sus respectivas tiendas de campaña preparados para una nueva jornada de actividades. Desde el windsurf hasta la vela, pasando por un taller de malabares o de imanes son varias de las actividades que pueden realizar a lo largo del día.

Tanto el grupo de los pequeños, de 6 a 11 años, como el de los mayores, de 12 a 17 años, cuentan con tres monitores y un director, quienes organizan toda una serie de actividades a lo largo de la semana, para que el aburrimiento no aparezca en ningún momento. Mañanas en la playa, acompañadas de actividades acuáticas de todo tipo, seguidas por una serie de talleres o gincanas preparadas para amenizar las tardes.

Pero el momento más esperado por todos es al caer la noche, en donde las historias de miedo y los juegos de escondites e intriga son los protagonistas. «Por la noche vamos con linternas por todo el campamento y buscamos pistas y objetos que han guardado los monitores», cuenta Rafa, quien está dispuesto a repetir otro año en el campamento. «Los monitores son muy divertidos y nos hacen actividades muy chulas», señaló también Santiago, de diez años, quien repite por segundo año.

Un total de 790 palmesanos pasarán por el campamento y no se irán con las manos vacías, ya que recibirán un CD de fotos para recordar esta semana de aventuras.

Ana Torregrosa

Fotos: Rubén Valero