Nos entrevistamos con la madre de Diego en su casa. Desde su encuentro casual con la Reina, ha transcurrido apenas media hora. «Venía de hacer la compra, con las bolsas en la mano...», nos dice.
"¿Cómo están llevando la muerte tan trágica de su hijo?
"Lo estamos pasando mal, pero la verdad es que hemos notado el apoyo de la gente de Mallorca. Tal vez por eso, tambien le he dicho a la Reina que tenían que ponerse en contacto con la familia del compañero de mi hijo. Porque yo noté el día del funeral que con ellos había habido menos cariño. Yo lo pasé mal por mi hijo, pero tambien por los padres de su compañero. Nosotros, como digo, hemos tenido el apoyo de todos, de la familia, de los amigos... ¡De todos! Ellos, en cambio, eran cinco, estaban solos, y únicamente los saludaban los políticos y algunos amigos míos... Hace unos días les hemos escrito una carta ofreciéndoles la isla de Mallorca, de la que imagino tendrán muy malos recuerdos, porque ¡imagínese!, aquí mataron a su hijo, pero... ¡Bueno! Ése era su destino. Aquí conoció a mi hijo, se hicieron compañeros y amigos y supongo que en el cielo lo seguirán siendo. Entonces, a través de la carta, les he dicho que ese hueco que ha quedado en mi familia lo tienen para ellos. Que si ellos asi lo desean, lo pueden ocupar. Toda la fmilia hemos firmado la carta y se la hemos hecho llegar. Pues bien... -retoma su encuentro con doña Sofía- Todo eso se lo he contado a la Reina, con lo cual creo que le he transmitido también la pena de la otra madre
"¿Tuvieron tiempo de hablar con la madre de Carlos?
"Sí, pero sólo un minuto. Ella se acercó a mí, en la Almudaina. Y creo que estaba más destrozada que yo. Tambien, en que fuera así, debieron influir las circunstancias: ella se tuvo que venir y se tuvo que llevar a un hijo, lo cual es un horror. Sí, ¡esto es un horror...! Porque yo acabé el mismo día. Funeral y entierro, todo en el mismo día; ella, no. Ella estuvo una noche con un ataúd para pasar al día siguiente por lo que yo pasé. Otra vez rememorándolo todo; otra vez las muestras de condolencia...
"A través de la televisión dio usted sensación de una enorme fortaleza. Al menos externamente. Habían matado a su hijo y, sin embargo, ahí estaba. Embargada por todo el dolor del mundo, pero entera...
"Sí; aquí nadie nos lo esperábamos. Pero... mi hijo ha hecho lo que juró que haría. Juró defender a España, a la Guardia Civil...
"Da la sensación de que cuando habla de su hijo parece como si lo tuviera a su lado. Como si estuviera sentado aquí..
"¿Y duda que lo tengo a mi lado? ¡Claro que está aquí! Es mi ángel verde -dice, señalando una fotografia de Diego que reposa en la repisa-. Mírale -dice ahora con orgullo-. Mírale (y también mira la medalla).
"Diego, como quien dice, acababa de dejar atrás un tremendo percance que estuvo a punto de poner fin a su vida...
"En marzo tuvo un accidente de moto que lo dejó en coma durante 25 días. Estuvo muy mal, por lo que pensamos que jamás volvería. Los pronósticos así lo daban a entender. Pero tenía tanto tesón, tanta fuerza y su naturaleza era tan fuerte y tenía una familia y unos amigos tan fenomenales... Porque en su recuperación ha tenido mucho que ver su fortaleza y también sus hermanos y sus amigos...
"Y su madre
"Bueno, claro. Tengo... Tenía siete hijos, pero en esas circunstancia era como si fuera hijo único aunque lo que hice por él lo hubiera hecho por todos. Yo estaba convencida de que, a pesar del coma, me escuchaba, le hablaba. Le decía que era un chico bueno y que la gente buena lo necesitaba. Que por eso tenía que recuperarse.
"Y los moteros... muy bien, ¿no?
"Los moteros han sido su familia. Mientras estuvo ingresado le visitaron siempre. Jamás le dejaron solo, ¡ni un minuto! Y cuando pudo caminar, se lo llevaban con ellos. Unos días a bucear, otros a jugar a billar. Todo, menos subirse a una moto, ya que no estaba del todo recuperado. No tenía el alta médica... Aunque a decir verdad, jamás la tuvo.
"¿Y eso, por qué...?
"Porque el médico aconsejó que su reinserción se hiciera poco a poco, a través de un lugar tranquilo, sin estrés, con el fin de que neurológicamente se fuera recuperando. De ahí que cuando regresó a la Guardia Civil le destinaran a un lugar tranquilo, que era el que menos le gustaba. Porque él lo que quería era acción.
"Más adelante, y una vez recuperado del todo, seguramente le hubiera gustado pertenecer a la Guardia Civil motorizada....
"Pues no. El quería ser de la Guardia Real o, si no, del grupo de intervención especial dentro de la Guardia Civil, para lo cual se estaba preparando. Y yo creía que tenía todas las posibilidades: era motero, muy buen esquiador, como buceador tenía una estrella, le gustaba el mar, los barcos... Y si eligió Palma Nova, que según decían, era de lo peorcito, fue precisamente por eso.
"¿Le habló alguna vez de las malas condiciones de dicho puesto?
"No. Jamás. Él iba a trabajar contento. Y sobre todo le gustaba trabajar en la calle. Él no era guardia de cuartel, sino de calle. Y en ella, quería estar en primera línea.
"Pues ya ve... Terminó sus días en la calle, en primera línea...
"Sí, terminó, ahí, en primera línea. Yo creo que si le hubieran dado a elegir cómo le hubiera gustado morir, hubiera dicho que así.
"¿Siguen en contacto con la Guardia Civil
"Por supuesto que sí. Está a nuestro lado a sol y a sombra. No nos deja ni un momento.
"¿Me permite que le pregunte una cosa...?
"Pregunte.
"No la hemos visto llorar...
"Desde el primer momento, decidimos no llorar. No queremos darles (a los terroristas) la satisfacción de vernos llorar. Pero el dolor lo llevamos dentro.
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