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M.G. Sa Casa Llarga, la gran finca que la familia de Rafael Feliu ha donado a la Associació de Can Gazà, se presentó ayer a la prensa, que pudo comprobar el excelente trabajo que está realizando la propia gente de la asociación para arreglarlo y dejarlo perfectamente habitable.

El capellán Jaume Santandreu y el presidente de Can Gazà, Jaume Mateu, presentaron ayer la finca, cuyas obras de mejora se encuentran bastante avanzadas después de varios meses de trabajos.

Ambos reconocieron que desearían que la finca pudiera ser destinada a acoger a enfermos mentales que viven en la calle, pues consideran que son los que están más desamparados de entre las personas marginadas.

Santandreu reconoció que para ello precisan el apoyo de las instituciones y también necesitan voluntarios especialistas en el trato con estos enfermos.
También se mostró contento de que la casa esté ubicada muy cerca del hospital Son Espases, por lo que pueda ocurrir.
La finca tiene capacidad para 50 personas en sus tres plantas y un amplio jardín.