Mirando el cielo

Las amenazantes nubes de tormenta no echaron atrás a los «observadores de estrellas» que desde el anochecer y hasta la madrugada acudieron en masa a la jornada de puertas abiertas programada por el Observatorio coincidiendo con el fenómeno de las Perseidas. Así, a las diez de la noche, la carretera de acceso a las instalaciones estaba ya completamente saturada y el aparcamiento repleto, de manera que el acceso al recinto sólo se permitía a pie.

El observatorio programó sesiones especiales en el planetario Fulldone, que no dio abasto para satisfacer la demanda y los visitantes se acomodaron en el patio para, ya con los ojos fijos en el cielo, sorprendentemente despejado, disfrutar de un fenómeno que se repite cada año por estas fechas. La lluvia de Perseidas se produce por el impacto en la atmósfera de algunas partículas del cometa Swift-Tutle cuando la Tierra entra en su órbita. La noche del miércoles coincidía con la jornada de mejor observación del fenómeno, que irá perdiendo intensidad en los próximos días. El pequeño bar restaurante del observatorio trabajó duro durante la noche, y es que fueron muchos también los que aprovecharon las Perseidas para disfrutar de una cena entre amigos bajo el manto de estrellas.