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GÒRIA JULIÀ-PRADA Rosa Calafat, profesora de la UIB y actualmente secretaria científica de la cátedra UNESCO del Instituto de Estudios Catalanes, ha impartido un curso en la UCE junto con Carles Castellanos y Lluís Marquet y, al mismo tiempo, han presentado el manifiesto «Por un movimiento de renovación lingüística». Muy pronto saldrá al mercado su nuevo libro 'Torçabraç entre dos cultures'.

El trabajo que Calafat presenta consiste a reivindicar el uso cualitativo de la lengua catalana. «Actualmente hay instituciones y entidades que han hecho mucho trabajo para normalizar la lengua, han dado herramientas para que pueda llegar a todos los ámbitos de uso. Pero queda al aire el uso cualitativo». Se trata de utilizar los recursos de una lengua tanto como sea posible, sin ir a buscarlos a una lengua externa, que, curiosamente, «siempre se van a buscar al español», aseguró a Rosa Calafat en una de sus intervenciones.

El tema de la denominada segunda oralidad -el lenguaje que, aunque parece oral, emiten los medios de comunicación-, ha sido el eje central del curso. «La gente que viene de fuera y quiere aprender el catalán tiene derecho a que le enseñemos una lengua completa y, muy a menudo, es la de los medios de comunicación», señaló la profesora. La cuestión que se plantea Calafat es cuál es la calidad de lengua que estos medios ofrecen. «La calidad no es suficiente, porque tiene una dependencia del castellano. Entre dos opciones, siempre se escoge la más próxima al español».

Esta dependencia unilateral del castellano es lo que empobrece el lenguaje coloquial que aparece a los medios de comunicación. «Este lenguaje coloquial parece que no está preparado, pero está mucho. En este lenguaje, podemos decir 'mosquejar', porque es coloquial, pero no podemos decir 'gresca', porque es dialectal» añadió Calafat.

Lo que Calafat, Marquet y Castellanos reclaman con su manifiesto y el curso que han impartido es que los profesionales de los medios de comunicación se impliquen en este uso cualitativo de la lengua. «Se les tiene que exigir una conciencia lingüística, porque son maestros, ya que tienen mucha presencia mediática», se mostró contundente la profesora.