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El levantamiento del secreto del sumario del 'caso Palma Arena' ha permitido conocer detalles trascendentales en la investigación. En una de las declaraciones, una de las arquitectas que participó en el proyecto aseguró que en una reunión, en la que ella estuvo presente, Jaume Matas dijo que había que terminar el Palma Arena 'costase lo que costase'. Quizá por eso se ha podido conocer que el arquitecto que diseñó la pista tuvo a sus órdenes a 15 carpinteros, pero la UTE que dirigía las obras del velódromo facturó el doble. La UTE encargó también lonas para tapar la luz en el interior del velódromo, aunque finalmente sólo se utilizó menos de la mitad del material. La UTE, en cambio, pagó la totalidad y así se lo facturó al consorcio, que pagó por la totalidad del material. Por no hablar del presupuesto de la cochera donde se construyó el Palma Arena. Los arquitectos plantearon un coste de 50.000 euros, pero Moisés y Ballester dijeron que había que facturar 100.000 porque había órdenes de arriba.

El velódromo se hizo con prisas, hubo demasiados problemas en su ejecución, cambios de arquitectos, facturaciones excesivas, falta de control y, al parecer, comisiones pagadas por algunas de las empresas al gerente. Las prisas por inaugurar el velódromo antes del mundial de ciclismo provocó este descontrol total y absoluto. Falta por depurar las responsabilidades penales, pero lo que está muy claro "cada día más" es que la gestión fue deficiente. Con el dinero público no puede hacerse una obra a cualquier precio. En primer lugar hay que analizar si el Palma Arena era una infraestructura vital para la ciudad, algo que podría discutirse. Pero una vez que se decidió hacerse el Palma Arena hubiera podido controlarse mucho más los gastos. La elección de Moisés como gerente también era discutible por su escasa preparación para la gestión ejecutiva de un proyecto de estas características. Había que hacer el Palma Arena 'costase lo que costase', según Matas, pero este asunto debería servir de lección. El dinero público debe gastarse con más responsabilidad y sentido común. Y con mucho más rigor.