TW
0

n año más, los más pequeños se lanzan a la piscina para aprender a nadar. Las primeras brazadas de estos pequeños intrépidos tienen lugar con la llegada del verano. En los meses de julio y agosto muchas piscinas de la Isla se llenan de niños y niñas de entre 3 y 16 años para aprender lo más básico en cuanto a natación se refiere.

En el Poliesportiu de Sant Ferrán todas las mañanas, de 11 a 12.15 horas, un grupo de cincuenta niños se lanzan a la piscina, siempre bajo la atenta mirada de sus padres. La madre de una de las niñas que participa en estas actividades señala que «Estoy muy contenta de que mi hija aprenda a nadar y se quite los miedos. Esto le da más confianza en sí misma y confío en los profesores». Además, muchos padres no pierden atención de lo que hacen sus hijos en la piscina.

Normalmente, y dependiendo de los niños que se apunten a las clases de natación, hay un monitor por cada ocho niños, con lo que ningún monitor pierde de vista a los pequeños nadadores.

El responsable de las escuelas de verano comenta que cada fin de mes, coincidiendo con el final de temporada, realizan juegos en la piscina consistentes en la colocación de un castillo hinchable dentro del agua donde los niños, además de aprender a nadar, puedan jugar y divertirse con sus compañeros.

Además de estas escuelas de verano, en invierno también pueden seguir aprendiendo a nadar en las distintas piscinas cubiertas de Palma y de la Part Forana para que, así, los niños no pierdan la costumbre y sigan aprendiendo el deporte que más les gusta.

Estos cursos tienen lugar los lunes, miércoles y viernes, siendo obligatorio llevar un gorro de piscina, ya que el resto del material lo proporciona la empresa organizadora.

Patricia Morales

Fotos: M.A. Cañellas