El intermediario en la compra e instalación de una lona para tapar la estructura interior del Palma Arena dijo ayer al juez que entregó más de 10.000 metros cuadrados de material y que sólo se llegaron a colocar 3.800, y que aceptó rebajar su factura de 940.000 a 688.000 euros. La UTE encargada de la construcción del velódromo intentó cobrar de la Administración balear 1,8 millones de euros por la fallida instalación, mientras consta en el sumario que los miles de metros sobrantes fueron a parar a «un almacén de Binissalem».
Jorge Casasnovas, en representación de la empresa Tecnoeventos de Baleares S.L., reconoció ayer en sede judicial conocer previamente el director del Consorcio del Palma Arena, Jorge Moisés, y haber recibido del mismo un encargo verbal «para presentar un presupuesto barato y de realización inmediata».
Sobrante al almacén
Casasnovas declaró también, en calidad de testigo en el sumario, que un interlocutor de la UTE y los arquitectos que dirigían la obra le hicieron cambiar de sitio, en primer término, el lugar de la instalación de las lonas, y por último suspender su colocación, manifestándole que «no había dinero» para sufragar ese trabajo, por lo que llegó a un acuerdo con todos ellos para reducir su cargo inicial.
Textualmente, Casasnovas señaló en su declaración ante el juez que «en total se instalaron unos tres mil y pico metros, y quedaron depositados en los almacenes de la UTE de Binissalem exactamente 6.662,5 metros, por lo que el resto no fue instalado».
Al serle significado por el magistrado instructor que la UTE integrada por Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y Melchor Mascaró S.A., que edificaba el Palma Arena «ha cobrado o pretendido cobrar» 1.884.301 euros por esa instalación, Casasnovas manifestó que le parecía «una pasada».
El representante de Tecnoeventos indicó asimismo que su empresa fue la que facilitó las grúas y sistemas de elevación para colocar la lona, «por lo que cualquier facturación al respecto por parte de la UTE sería improcedente».
A preguntas de los letrados de varios imputados en la causa, Casasnovas declaró que «la justificación que me dio Moisés para el encargo de la lona fue que había que tapar la estructura metálica porque era fea».
Las retransmisiones por televisión en horario diurno se sujetan a un código práctico en el que debe tenerse en cuenta la luz natural entrante y su repercusión en las imágenes finales. Pero en el caso del Palma Arena, ante todo un velódromo, se dijo que junto a esa circunstancia era necesario definir una estructura externa que complementase a la apariencia arquitectónica diseñada para mitigar el daño que los rayos de sol podían ejercer en la pista de madera destinada a las competiciones ciclistas.
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