«Balears es una comunidad energéticamente muy sucia, según estudios oficiales Balears tiene un potencial enorme de energías renovables que no está aprovechando, se abastece de energía sucia»; así resume el responsable en España de la Campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace, Carlos Bravo, quien insta al gobierno autonómico a cambiar su modelo energético, pues la producción balear se basa en el carbón y el gas.
Un dato ilustrativo, proporcionado por el mismo Carlos Bravo, es que, según Greenpeace, a día de hoy, sólo hay 50 megavatios de energía solar instalada y 4 de eólica, cuando «hay miles de megavatios distribuidos en varias centrales, como la de Alcúdia». Lugar al que acudió el Rainbow Warrior la noche del jueves para denunciar el uso masivo de carbón en Mallorca, «que en parte proviene de explotaciones ilegales de Àfrica. «Balears tiene capacidad eólica y solar para tener un sistema cien por cien renovable», apuntó Bravo.
A su vez, el mallorquín activista de Greenpeace Vicenç Muñoz quiso solicitar públicamente que Rodríguez Zapatero acuda a la próxima reunión de Copenhague, donde se plantea dar relevo a Kioto, pues sus previsiones ya han quedado en el olvido.
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