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El Consell de Mallorca dio ayer el visto bueno definitivo al proyecto de reforma de la fachada marítima de Palma y a su proyecto estrella: la construcción del Palacio de Congresos y su hotel anexo que, a partir de ahora, quedarán para siempre vinculados como «equipamiento indisoluble, de titularidad y uso público».

Un párrafo del acuerdo tomado ayer por la Comisió d'Urbanisme del Consell señala que «quedan vinculadas las autorizaciones o licencias de funcionamiento de la actividad turística al funcionamiento del conjunto del equipamiento Palacio de Congresos y hotel».

Todos los partidos representados en la comisión, salvo el PP, que se abstuvo, votaron a favor del proyecto.

El acuerdo de ayer 'bendice' una serie de cambios que tuvo que afrontar el Consistorio de Palma para solventar los problemas que había recibido del proyecto aprobado en la época del PP. Uno de estos acuerdos fue aumentar la altura del hotel (antes se preveían dos) y contemplarlo como espacio público. Este hecho motivó cierta polémica, ya que se interpretaba como un caso de favoritismo al promotor del proyecto de hotel.

La representante del PP en la comisión insular justificó su abstención en el hecho de que no veían clara la vinculación. Según Clara del Moral, representante del PP, «al final, si no se consigue terminar las obras, pueden quedar dos grandes moles de cemento en la Bahía de Palma».

Y es que la financiación del proyecto parece estar en el aire por la decisión de del hotelero Barceló de desentenderse del proyecto y de que al Consistorio de Palma, que forma parte del consorcio que promueve la obra, se le acaba el dinero.

Para el Govern y para el Ajuntament, la reforma de la fachada de Palma y el Palacio de Congresos son elementos estratégicos. El president Antich dijo hace algunas semanas que buscaría financiación donde fuera y, ayer, la portavoz del Ejecutivo, Joana Barceló, también abundó en esta idea.

Barceló dijo, a preguntas de este diario, que «es una posibilidad» que el Ejecutivo recurra a la financiación extra que llegará de Madrid con las inversiones estatutarias y otra financiación adicional para afrontar su coste económico.

«El compromiso de este Govern con el Palacio de Congresos es firme y queremos acabar la obra y buscar la financiación necesaria», dijo la portavoz del Ejecutivo.

Sobre el acuerdo de ayer en el Consell, que 'legaliza' una obra que se construye desde hace meses, la responsable insular del Territori, Maria Lluïsa Dubón, dijo que el proyecto dará «una mayor calidad a una ciudad de primer nivel».

Uno de los acuerdos prácticos del acuerdo de ayer es que ya se puede solicitar licencia para el nuevo proyecto y que la cornisa del edificio podrá estar a 2,33 metros de la autopista. La reforma del PGOU de ayer incluye una serie de cautelas para el proyecto, como que se construyan dos bombas por si se inundan los sótanos.

Hasta ayer, todas las obras, incluso las no previstas para aumentar la altura del hotel, se hacían en base a una licencia de la época de Cirer y Matas.