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Unió Mallorquina apareció ayer en bloque para denunciar la indefensión que sufren algunos de sus dirigentes que han sido imputados en el marco de la 'operación Maquillaje'. La cúpula de UM apareció ante los medios de comunicación para dar la cara ante la imputación de Flaquer, Munar, Nadal y Grimalt, pero el conseller de Medi Ambient no estuvo junto a sus compañeros. Este diario intentó ayer sin éxito ponerse en contacto con Grimalt para que explicase su ausencia en la rueda de prensa de UM.

La portavoz de UM, Cati Julve, lamentó que los altos cargos de UM imputados todavía no tuviesen información de las imputaciones y lamentó la judicialización de la política. «Hay cuestiones administrativas que deberían resolverse en las instituciones», pidió Julve.

Flaquer se refirió a la posibilidad de que estas imputaciones de altos cargos de UM estén relacionada con la intención de Antich de gobernar en minoría. «Están pasando cosas y declaraciones de según qué personas que nos hacen pensar que posiblemente se estén llevando los temas a unos niveles para poder provocar según qué situaciones», dijo Flaquer. En el mismo sentido, Julve señaló: «Quedan muy pocas pesonas de UM por imputar».

Flaquer también lamentó que mientras UM intenta que haya estabilidad en las instituciones «haya personas que cobran 3.000 euros al mes que nos envían a sus esbirros para insultarnos». «No aceptamos más insultos. Deberían trabajar más e insultar menos», pidió Flaquer, visiblemente molesto por la campaña iniciada por Esquerra Unida para que las personas imputadas de UM abandonen sus cargos.