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Unió Mallorquina (UM), partido clave en la política balear desde 1983, fue apartada ayer de todos los cargos ejecutivos en el Govern, Consell de Mallorca y Ajuntament de Palma el mismo día en que uno de sus expresidentes, Miquel Nadal, era detenido por la policía en su despacho del Consistorio de la capital balear en el marco de la 'operación Voltor', el primer caso de presunta corrupción de la actual legislatura. Por la tarde, fue detenido el anterior presidente 'uemita', Miquel Àngel Flaquer.

La salida de UM de todos los puestos ejecutivos se basa en este hecho, en que es el primer caso de corrupción del Ejecutivo que gobierna Balears desde 2007.

Francesc Antich, en perfecta coordinación con Francina Armengol, Aina Calvo y la dirección federal del PSOE, dio un inusual golpe sobre la mesa y anunció la destitución de todos los cargos y su apuesta por intentar gobiernos en minoría en todas las instituciones. Maria Antònia Munar es inamovible de su puesto, la presidencia del Parlament, si no dimite. Otro cargo clave para los 'uemitas' es la dirección de IB3, pero está en manos del Parlament y de las alianzas que allí se puedan concretar.

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UM no ha recibido nada bien lo que ocurrió ayer. De hecho, según dijo su presidente, Josep Melià, se abren todos los escenarios posibles en todas las instituciones. No descartó nada, ni siquiera alianzas concretas con el PP para forzar la caída de Antich, Armengol o Calvo. El PP no descarta pedir elecciones anticipadas y ha solicitado una reunión con Antich.

Goteo de cargos

El Bloc, que continuará en los tres gobiernos, recibió con satisfacción la expulsión de UM. Ahora, en todas las instituciones, se acometerá una remodelación y se reducirán los cargos. Habrá fusiones de conselleries, de departamentos y otras se suprimirán. El goteo de bajas que ayer se inicio (los primeros ceses se publicarán hoy en el BOIB) continuará en los próximos días cuando se expurguen todos los cargos de confianza en empresas y organismos públicos. Joan Monjo, secretario general de UM, calculó un centenar de cargos, como mínimo.