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El abogado Alejandro Feliu y el millonario británico Thomas Edward Brodie han confesado una serie de delitos fiscales y han acordado con la Fiscalía una pena de 4 y 16 meses de prisión, respectivamente, en el marco del segundo juicio del «caso Relámpago» celebrado hoy.

Este juicio corresponde a la pieza K de la causa, abierta en 2007 y en la que se investiga a una supuesta trama de blanqueo de capitales en la que se acusa al bufete de abogados Feliu de Palma de haber participado.

En esta pieza aparecen acusadas cuatro personas, entre ellos Feliu y Brodie, para quienes en principio la Fiscalía Anticorrupción pedía 5 años y 10 meses de cárcel por los delitos de defraudación del IVA y de defraudación del Impuesto de Sociedades.

Según la Fiscalía, los acusados habrían colaborado en 2006 para omitir el pago de impuestos derivados de un contrato de cesión onerosa de un amarre en el puerto de Punta Portals.

Brodie, de 77 años y que figura como el autor material de los delitos, era el propietario único de la sociedad española Key Frames Limited, que vendió el amarre, y fue el que decidió su transmisión y cobró el precio.

La Fiscalía asegura que el británico actuó asesorado por el abogado Alejandro Feliu, quien colaboró para que defraudara el IVA y posibilitó que la sociedad española no pagara correctamente el Impuesto de Sociedades.

En virtud del acuerdo alcanzado hoy entre la Fiscalía y las defensas, en presencia del juez de lo Penal número 3 de Palma, Feliu acepta haber cometido dos delitos de fraude a la Hacienda Pública y una condena de 4 meses de prisión a sustituir por 8 meses de multa por cada uno de estos delitos.

Según ha informado hoy el Tribunal Superior de Justicia de Baleares, el letrado deberá además pagar dos multas de 40.000 y 70.000 euros.

En cuanto a Brodie, admite la comisión de dos delitos también contra la Hacienda Pública, con una condena de 8 meses por cada uno de ellos sustituibles por una multa durante 16 meses.

Las multas que debe pagar el inglés, quien ya devolvió el dinero defraudado, son dos: una de más de 170.000 euros y otra de más de 300.000 euros.

Brodie ha sido el segundo millonario confeso en este caso, después de que en el primer juicio de la causa celebrado en mayo el empresario sueco Jan Peter Granlund se reconociera culpable de un delito fiscal, consiguiendo así una rebaja de la pena hasta un año y tres meses de cárcel.