Juan cabrera, presidente de Pimeme. | S. Amengual

TW
25

El presidente de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem), Juan Cabrera, ha asegurado que la huelga general, prevista para este miércoles, está «injustificada» porque «no se sabe para quién se hace», al tiempo que ha remarcado que los trabajadores «no están dispuestos» a secundarla porque, a su juicio, están «cansados» de las «maniobras» de los sindicatos.

En declaraciones a Europa Press, Cabrera ha apostillado que la convocatoria de huelga responde a los «últimos coleteos» de las centrales, que, en su opinión, no han tenido «ningún gesto en beneficio de los trabajadores» durante los últimos años. Asimismo, ha criticado que estas organizaciones «no se decanten» firmemente a favor o en contra de la reforma laboral, lo que, en su opinión, demuestra que el paro del 29 de septiembre constituye una «huelga de pataleo» porque «algo tienen que hacer» ante la coyuntura actual.

Por lo que se refiere a los motivos de la jornada de protesta, el presidente de Pimem ha señalado que la huelga se ha convocado en contra de los empresarios, en lugar de contra el Gobierno. «Que nos expliquen cómo se va a crear empleo en España y Baleares si se va en contra de los empresarios», ha reflexionado en cuanto a esta cuestión.

Noticias relacionadas

Continuidad

En relación a la participación de la clase trabajadora, ha señalado que los empleados del sector público y privado están «hasta el pico de la gorra» de los sindicatos porque, a su entender, no se ha producido «ningún gesto» por su parte para reforzar la continuidad de los trabajadores en sus respectivas empresas.

Al ser preguntado sobre los efectos que podría tener la huelga en la economía balear, Cabrera ha afirmado que la «fuerza» podría efectuarse en el Aeropuerto de Son Sant Joan y en los medios de transporte, ámbitos en los que el paro «podría hacer más daño». Con todo, ha recalcado que la jornada constituye un «flaco favor» a las islas, que, ha dicho, se sostienen en un 90 por ciento gracias a la actividad turística. Por ello, ha sostenido que éste «no es el momento» de hacer una huelga.

En cuanto a los posibles piquetes que podrían organizarse para disuadir forzosamente a los trabajadores de acudir a su puesto de trabajo, el líder de la patronal se ha mostrado partidario de que las personas que no quieran secundar la huelga fotografíen con sus teléfonos móviles a aquellos que se comporten «de manera irracional» y traten de impedírselo, con el fin de denunciarlos ante las fuerzas de seguridad.