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«Ha muerto». Así titulaba Ultima Hora su edición del 20 de noviembre de 1975. Hoy se cumplen 35 años desde que falleció el caudillo después de muchos días de incertidumbre en todo el país y también en Balears.

Franco falleció a las 4.20 de la madrugada. Carlos de Meer, gobernador civil de Balears en ese momento, informó a Rafael de la Rosa, alcalde de Palma, de la muerte del caudillo. Ese mismo día, los edificios públicos en Balears amanecían con las banderas a media asta. La edición que informaba sobre la muerte de Franco se agotó de inmediato. La segunda edición ya incluía información sobre la aparición televisiva de Arias Navarro, presidente del Gobierno franquista en ese momento. Ultima Hora titulaba con un «Arias lloró».

Durante muchos días se vivieron momentos de tensión e incertidumbre. El 14 de noviembre de 1975, Ultima Hora titulaba con una información muy sobre la evolución de la salud del caudillo. «Franco: 37 kilos», rezaba el titular de portada. Esa edición estuvo a punto de ser secuestrada por el régimen franquista.

Muchos de los principales líderes políticos de Balears apenas eran unos niños cuando se producía el fallecimiento del dictador. Francesc Antich todavía acudía al Colegio La Porcíuncula, mientras José Ramón Bauzá, presidente del PP, acababa de cumplir cinco años. Biel Barceló, líder del Bloc, y el delegado del Gobierno, Ramón Socías, también eran unos escolares cuando se produjo el fallecimiento del caudillo. En cambio, Miquel Rosselló, vicepresidente del Consell de Mallorca, estuvo en prisión por su oposición al régimen franquista. Ese día, ha contado Rosselló, celebró la muerte de Franco con una paella en casa de sus camaradas del PCE.

«No sentí miedo; era algo que se veía venir», relataba Antoni Cirerol, primer presidente del Parlament y teniente de alcalde de Palma cuando se produjo la muerte del caudillo.

Clandestinidad

El día de la muerte de Franco no hubo ni incidentes ni altercados en Balears. Los dirigentes de izquierdas en la clandestinidad estaban a la expectativa de lo que ocurriría después del fallecimiento del dictador.

El 20 de noviembre, los colegios de las Islas cerraron sus puertas durante una semana en señal de duelo por la muerte de Franco. Así lo recuerda Rosa Estaràs, hoy eurodiputada de Balears. Estarás dio saltos de alegría cuando supo que se habían suspendido las clases. Lo mismo le ocurrió a Catalina Cirer, ex delegada del Gobierno y actualmente concejala del PP en Palma. «Esperábamos el autocar, pasó un policía municipal, y nos dio la noticia. Como es lógico, me puse muy contenta porque no había clase ese día», recordaba Cirer de ese 20 de noviembre de 1975.