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«Ha entrado la Guardia Civil y el Ejército del Aire con pistolas y nos han obligado a sentarnos ahí, en el estado en el que estamos, a separar aviones», afirmó ayer Blanca Uriarte, controladora aérea destinada en el aeropuerto de Son Sant Joan, en relación al impacto en Palma de la decisión del Gobierno de militarizar el control del espacio aéreo español.

«Eso es lo que ha hecho el Gobierno, le hemos pedido ayuda, les hemos explicado que nos pasamos de las horas, que no podemos trabajar más por ley y ellos lo que hacen es sacar una ley, un día antes del puente, diciendo que podemos trabajar ilimitadamente», se quejó esta controladora aérea.

Apoyos

«Nos hemos presentado todos los trabajadores tanto de la torre como del centro de control que estábamos en Palma para apoyar a nuestros compañeros», continuó Blanca Uriarte, ayer, en el aeropuerto de Son Sant Joan.
«Porque nadie ha abandonado en ningún momento su puesto de trabajo, hemos estado allí siempre, en todo momento», afirmó esta profesional destinada en Palma. «En el estado de ansiedad y de nervios en el que estamos es imposible separar a alguien ahí arriba», se justificó la controladora aérea.

Blanca Uriarte realizó estas declaraciones ante los medios de comunicación de forma improvisada, junto con un grupo de compañeros, en el aeropuerto de Son Sant Joan. Esta profesional se encontraba en un evidente estado de nervios ante el cariz que iban tomando los acontecimientos, con la intervención del Ejército y de la Guardia Civil.