Las labores de derribo han sido paralizadas para estudiar la situación y características del edificio. | Teresa Ayuga

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El conseller insular de Cultura y Patrimonio, Joan Font, ha firmado hoy una resolución por la que el Consell de Mallorca ordena al Ajuntament de Palma la inmediata paralización de las obras de demolición de un inmueble de Santa Catalina para el que la asociación ARCA había solicitado protección.

La resolución responde a la petición formulada por la Asociación para la Revitalización de los Centros Antiguos (ARCA) el pasado viernes, pidiendo que se detuviera el derribo del inmueble situado en la avenida argentina, número 31, esquina con la calle Anibal de Palma, según ha recordado el Consell de Mallorca en un comunicado.

La orden ha sido notificada tanto a Cort como a los propietarios y la empresa constructora y se basa en el artículo 24 de la LPHIB según la cual el Consell de Mallorca podrá ordenar la suspensión de las obras de demolición total o parcial, o de cambio de uso de los inmuebles integrantes del patrimonio histórico no declarados bien de interés cultural ni catalogados.

Suspensión por tres meses

La suspensión tendrá una duración máxima de tres meses, en los que se deberá resolver a favor de la continuación de la obra o de la suspensión para incoar un procedimiento de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) o Bien Catalogado para el edificio.

Además de la orden que se hace llegar al Ajuntament para paralizar la demolición del edificio, la resolución ordena la adopción de las medidas mínimas necesarias de protección y seguridad para garantizar la preservación física del inmueble y evitar daños personales o materiales.

Finalmente, y según recoge la resolución, la orden de suspensión se llevará a cabo de manera inmediata.

Técnicos de Patrimonio elaboraron ayer un informe sobre el edificio indicando que, si bien no está catalogado como BIC o Bien Catalogado, sí presenta bastante valores singulares como para ser preservado.

El inmueble, construido en 1916, pertenece a una de las tipologías tradicionales que caracterizan el barrio de Santa Catalina, consistente en edificios de viviendas de planta baja más dos o tres pisos, con fachadas compuestas sobre ejes verticales, y construidos con materiales tradicionales.