Reunión de la ejecutiva del PSIB, ayer en Palma. | Pere Bota

TW
43

El PSIB ha asumido rápidamente su derrota y que ésta «tendrá consecuencias». Así lo dejó ayer claro la secretaria de organización del partido, Rosamaría Alberdi, tras la reunión de la Ejecutiva que acordó abrir un proceso interno que tendrá varias fases y que culminará en una reunión del Consell Polític que decidirá sobre varias cuestiones, entre ellas si Francesc Antich, Francina Armengol y Aina Calvo asumen el liderazgo de la oposición en las instituciones por las que ha sido elegidas. Aina Calvo quiere seguir. La estrategia es que todos seguirán «donde les ha puesto la ciudadanía».
Alberdi, ayer en una rueda de prensa, preguntada expresamente si «Antich haría como Matas», es decir si no llegará a tomar posesión de su cargo, se mostró intencionadamente ambigua y afirmó que eso es lo que tendrá que analizar el partido. Se remitió a una reunión de la próxima semana. Hoy, Antich se reunirá con los responsables insulares del partido.
Congreso y «nuevo ciclo»
El PSIB no piensa sólo en el liderazgo institucional. También en el próximo congreso. Hay dos posibilidades, que sea un congreso extraordinario, o que haya que esperar al ordinario. En cualquier caso, todo apunta a que Francina Armengol podría renunciar a encabezar el PSOE en el Consell para pasar al Parlament, bien antes de la investidura o después. Antich no ha descartado dar la réplica a Bauzá, si bien Rosa María Alberdi habló en varias ocasiones de «nuevo ciclo».
Alberdi aclaró que Francesc Antich, Francina Armengol y Aina Calvo no habían puesto su cargo a disposición de la ejecutiva, porque «no era el momento», y precisó que «siempre están a disposición de las decisiones que adopte el partido».
«Hemos recibido un gran castigo y no se ha sabido demostrar que las decisiones tomadas en este momento de crisis eran las mejores», dijo Alberdi, quien señaló o que el PSIB hará «las reformas que haga falta», de forma que los resultados electorales tendrán «consecuencias» por la pérdida de más de 27.000 votos, que contrastan con los 2.000 ganados por el PP.
Alberdi dijo que los dirigentes de su partido están «profundamente abatidos» y precisó que, pese a que la dimisión de los actuales dirigentes es una de las posibilidades, hay otra que es «organizar de otra forma el partido» dando una «mayor participación y un mayor papel a los simpatizantes» y fomentando un debate «más abierto».
El PSIB obtuvo en las elecciones del domingo uno de los peores resultados de su historia. Alberdi admitió que el descenso de Palma era más que evidente pero insistió que no las decisiones se tomarán en los próximos días. No será un proceso largo.