Esa propuesta prejudicial, que está pendiente de ser ratificada con los acreedores, se basa en la venta «agresiva» de un stock de 300 pisos de diferentes promociones realizadas en la capital balear, que Femosa tiene en su portafolio y que no ha podido vender como consecuencia de la denominada «crisis del ladrillo».
Intereses
Los bancos, que reclaman el 48% de la deuda total de Femosa, una de las tres principales constructoras de Balears, han aceptado reducir el importe de los intereses acumulados de la deuda desde un 20 al 6,5% con el objetivo de facilitar la venta de ese excedente de oferta de pisos.
Fuentes próximas al proceso judicial han explicado a este diario que los bancos han aceptado incluir entre sus productos esa oferta de pisos debido a las excelentes perspectivas de venta en los próximos meses.
«Las entidades bancarias han aceptado rebajar sus saldos hipotecarios para buscar liquidez y, de hecho, en agosto, un mes tradicionalmente inactivo para el negocio inmobiliario, se han cerrado cinco operaciones en Mallorca», ha señalado la misma fuente.
La propuesta extrajuicial de Femosa a sus acreedores no está cerrada, ya que los servicios jurídicos de la empresa siguen negociando con unos 40 proveedores.
La constructora se acogió al artículo 5.3 de la Ley Concursal, que permite al solicitante disponer de un plazo de cuatro meses para instar el concurso.
Si alcanzan un acuerdo con los deudores y evitan el concurso voluntario, la empresa y los acreedores se ahorrarían los millonarios costes de un proceso judicial largo y complejo.
Una de las promociones emblemáticas de Femosa en Palma es la urbanización Montission.
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