Los alumnos protestan ante la crisis del centro que les ha llevado a prescindir de la calefacción. | Teresa Ayuga

TW
7

Alumnos del IES Ramon Llull, de Palma, salieron ayer a la calle con mantas y pancartas para llamar la atención sobre la difícil situación financiera que atraviesa su centro, que les ha llevado, entre otras medidas de austeridad, a tener que renunciar a la calefacción durante casi todo el día. «Queremos estudiar, no nos queremos congelar», afirmaban los alumnos, que contaron con el apoyo de sus profesores y del director del centro.
La Conselleria d´Educació, aseguran, debe al instituto 40.000 euros, mientras que el centro, a su vez, arrastra una deuda de 11.000 euros. Los alumnos confían en que estudiantes de otros centros en su misma situación se sumen a próximas protestas.
Por su parte, el conseller Bosch recordó que «se están haciendo esfuerzos para pagar mensualmente» a los centros y que la deuda pendiente se irá pagando en cuanto se pueda. El presupuesto del Ramon Llull ha bajado de 100.000 a 75.000 euros este año