Mathias Kühn habla con Rafael Perera. | Jaume Morey

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El juicio que debía celebrarse este martes contra el exdirector financiero del grupo inmobiliario balear Kühn & Partner, Martín Font, por presuntamente estafar un total de 354.242 euros del grupo, ha sido suspendido después de que su defensa y la acusación particular, en nombre del administrador de la empresa, Matthias Kühn, hayan solicitado el aplazamiento de la vista oral con el objetivo de negociar un posible acuerdo de conformidad.

De esta forma, el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma ha fijado el nuevo señalamiento para el 13 de marzo, si bien en caso de que finalmente las partes no se conformen se ha reservado fecha a finales de junio para la celebración del juicio.

En concreto, la Fiscalía, que no se ha opuesto a la suspensión, solicita 12 años de prisión para Font, quien habría urdido la trama a través de una sociedad creada expresamente para poner a nombre de ésta las cuentas corrientes en las que ingresaría el dinero defraudado. Sobre el acusado, quien se encontraba en situación de rebeldía, pesan los delitos de estafa agravada y continuada (por el que el Ministerio Público pide seis años de cárcel), apropiación indebida (un año y medio), alzamiento de bienes (un año y medio) y falsedad en documento oficial (tres años).

Todo ello en el marco de unos hechos por los que ya fueron juzgados y absueltos los empresarios Juan Font y Ana María Tejeiro hace más de un año, cuando el principal acusado se hallaba en paradero desconocido. Al ser interrogado entonces ante el tribunal, Kühn, querellante en esta causa a través del letrado Rafael Perera, manifestó que tenía «absoluta confianza» en su subordinado, puesto que él mismo «no podía controlarlo todo» a tenor del incremento de actividad de su grupo, de forma que «tenía que fiarme de mi equipo».

En su escrito de calificación provisional, la Fiscalía sostiene que entre 1999 y 2001 el acusado, valiéndose de la relación de confianza que tenía con Kühn, se apropió de más de 354.000 euros e ingresó en las cuentas que había abierto a nombre de Iots de Mallorca el importe de los cheques y pagarés que le habían sido entregados. Una acción que en ocasiones llevó a cabo haciendo creer al administrador que se debían a determinados servicios de proveedores que en realidad no existían y otras dejando de pagar a éstos por los servicios que habían sido prestados.

El acusado se quedó además con un vehículo Audi que le había sido cedido mientras trabajaba para la inmobiliaria y con el que, según el Ministerio Público, comenzó a conducir de forma «manifiestamente despreocupada», lo que motivó que desde 2001 hasta 2005 le multasen con 2.755 euros a los que, sin embargo, ha tenido que hacer frente Kühn & Partner.

IMPIDIO QUE LE EMBARGASEN LOS BIENES Y CREO DOCUMENTOS FALSOS

La acusación señala además que, una vez que Font tuvo conocimiento de que Kühn se había querellado contra él, con la intención de impedir que le embargasen los bienes que había adquirido a través de la sociedad creada por los acusados, vendió a dos ingleses que desconocían los hechos producidos, por un total de 133.535 euros, un inmueble que había adquirido en el Port de Pollença.

Es más, cuando el acusado fue requerido por el Juzgado de Instrucción que se había encargado de las investigaciones para que presentase las declaraciones de la renta y otros documentos referentes a Iots de Mallorca, presentó documentos falsos que él mismo había creado, según relata la Fiscalía, y que diferían de los realmente presentados en Hacienda.

La acusación pública reclama además el pago a Kühn & Partner de la cantidad estafada en concepto de responsabilidad civil, mientras que pide que Font indemnice al grupo empresarial por los perjuicios ocasionados tras apropiarse del Audi.