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El cooperante mallorquín Enric Gonyalons y sus compañeras, la también española Ainhoa Fernández y la italiana Rossella Urru, secuestrados hace casi nueve meses en los campamentos saharauis de Tinduf (Argelia), fueron liberados ayer, según confirmó el Gobierno.

Gonyalons, Fernández y Urru fueron apresados la noche del 22 al 23 de octubre de 2011 y trasladados al norte de Mali por el grupo salafista Movimiento Unicidad y Yihad en África del Oeste (MUYAO), una rama de Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI).

El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, eludió dar detalles sobre la liberación y si España ha pagado algún tipo de rescate. Tras resaltar la importancia de la discreción en estos asuntos, afirmó: «En estos temas el Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer». Y añadió: «una de esas obligaciones es mantener una cierta discreción, entre otras cosas, porque tenemos todavía otros dos secuestrados y pueden producirse más secuestros».

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Preguntado sobre el estado de salud de los cooperantes, el ministro aseguró: «Hasta donde yo sé el estado es bueno. Se había hablado con los secuestrados hace unos días y el estado de salud es bueno». «Y lo que sí puedo decir es que esto es la liberación de una angustia que hemos tenido desde que tomamos posesión», dijo.

El Ejecutivo envió ayer mismo un avión a la zona para traer de vuelta a los liberados. Según las fuentes del Gobierno, se envió un helicóptero para trasladar a los tres a una zona segura, una operación que se vio retrasada por una tormenta de arena. Allí, informó el ministro, debían ser recibidos por una autoridad española y de ahí trasladados a la capital de Burkina y de ahí a Mali».

Antes, la agencia mauritana de noticias ANI había informado de que el saharaui Mamine uld Evghir, preso en Nuakchot por su presunta implicación en el secuestro de los cooperantes y cuya liberación era una de las condiciones exigidas por el grupo para poner fin al mismo, había sido trasladado desde la cárcel a un lugar desconocido. Un movimiento que la agencia interpretaba como el posible preludio del fin del cautiverio. No obstante, un portavoz de la organización Ansar Al Din, quien informó en un primer momento de la liberación, aseguró que no había habido condiciones.

Como se recordará, las gestiones para la liberación de los cooperantes se complicaron tras el golpe militar registrado en Mali a finales de marzo, cuando García-Margallo reconoció que se estaba «muy cerca» de lograr una solución al secuestro. Según declaró entonces el ministro, el intermediario con el que estaba trabajando el Gobierno «desapareció» después de que los militares sublevados se hicieran con el poder.