La ex gerente de Emaya, Malén Tortella, hoy a la entrada de los juzgados. | Pere Bota

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La exgerente de Emaya Malén Tortella ha defendido hoy ante el juez del caso Ossifar la transparencia de su gestión al frente de la empresa pública investigada en este caso de corrupción durante la etapa en que la controló Unió Mallorquina (UM).

Tortella ha declarado hoy como imputada ante el juez Pedro Barceló, que investiga los delitos de cohecho, falsedad documental, prevaricación, fraude a la Administración y malversación de caudales públicos en torno a Emaya, comandada por UM hasta el año 2010, cuando se expulsó a este extinto partido del consistorio por los casos de corrupción que le afectaban.

Entre los aspectos que se indagan están varios concursos que, según denunció el exresponsable de Medio Ambiente de Emaya Germán Chacártegui, se amañaron para favorecer a empresas vinculadas a UM, y una oficina de atención a la ciudadanía que supuestamente sirvió para dar trabajo a personas afines al partido nacionalista y para captar votantes.

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Chacártegui, que colabora con la Fiscalía, afirmó el pasado lunes al juez que tuvo que cambiar los adjudicatarios de al menos tres concursos por orden de Tortella, y también aseguró que esta última y la expresidenta de Emaya y exconcejala de UM, Cristina Cerdó, crearon la oficina de atención ciudadana para conseguir votos.

Según han informado a Efe fuentes jurídicas, Tortella ha negado hoy al juez estos supuestos amaños, y también ha defendido que la oficina no se creó con el fin de captar votantes.

Al igual que hicieron otros imputados la semana pasada, Tortella ha declarado hoy que en su momento se investigó a Chacártegui al sospechar que podría tener una connivencia con la empresa Seguridad y Limpiezas, que cobró a Emaya unos contenedores soterrados por un valor superior al de mercado.