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Los comedores de los colegios públicos de las Islas han perdido este curso 2012-2013 hasta 700 alumnos, de los 9.920 del pasado año a los 9.224 del actual. La reducción, del 7 %, es importante, pero lo es más si se tiene en cuenta que este servicio de comedor escolar viene perdiendo usuarios desde hace ya varios cursos. En concreto, los comedores escolares han perdido hasta 1.686 alumnos desde el año 2009-2010.

La razón de este descenso es única: la económica, y se notó aún más entre el curso 2009-2010 y el siguiente, cuando se dieron de bajo casi un millar de escolares (975). En cambio del curso 2010-2011 al siguiente tan sólo se perdieron 16 personas.

La duración de la crisis y esta pérdida paulatina de usuarios provocó, además, que hasta diecisiete colegios públicos perdieran al finalizar del pasado curso a sus empresas adjudicatarias del servicio de comedor -que renunciaron por no resultarles rentable-, por lo que la Conselleria d´Educació tuvo que convocar otros tantos concursos para adjudicar el servicio a nuevas empresas. La solución, según se explicó desde la Conselleria, fue adjudicar a una misma empresa el comedor de varios centros, de forma que unos con otros el servicio les resulte rentable. De esta forma se ha conseguido no tener que cerrar ningún comedor.

El precio medio, en estos momentos, del comedor en los centros públicos es de seis euros diarios, lo que incluye la comida y el cuidado del monitor.

Las familias que tienen dificultades para pagar este servicio se han interesado por la posibilidad de que sus hijos puedan llevarse la comida en un 'tupper' o tartera y hacer uso de las instalaciones del comedor escolar bajo la supervisión de ese monitor de comedor, sobre todo en el caso de los más pequeños, pero desde la Conselleria todavía no se ha tomado ninguna decisión.

Se reconoce que se trata de sistema complejo, ya que para poder aplicarlo con garantías se debería poder ofrecer a los alumnos la posibilidad de conservar los alimentos y de calentarlos. Pero no todos los colegios disponen de cocina, ni de neveras o microondas, por lo que se deberían comprar y ese coste repercutirlo en las familias. Entre tanto, se espera a que Educació concrete la cantidad que va s destinar a las becas de comedor para este curso.