Las notas más bajas en las valoraciones han correspondido al denominado ‘buen gobierno' -ética y eficacia en la gestión pública- con un 2,4 y al papel de los partidos junto con el sistema electoral, que han merecido un 2,7. En contraste con estos datos figura el capítulo de derechos y libertados, terreno en el que se considera que las Islas, junto con el resto del Estado, se encuentran en un apartado más avanzado aunque se mantiene por debajo del aprobado con un 4,4. Llama la atención que epígrafes como los de justicia, equidad fiscal y garantías jurídicas son los que merecen el mayor rechazo de los encuestados por el Cercle d'Economia, organismo que preside Alexandre Forcades.
Las instituciones, la sociedad civil y la identidad y cohesión social de Balears logran una nota entre el 3,6 y el 3,4, según el sondeo del Cercle. Los aspectos con valoraciones más negativas corresponden a la integración de los inmigrantes, la coordinación entre las diferentes instituciones y el papel de los consells.
La policía, la solidaridad con el resto de autonomías, las organizaciones no gubernamentales y la transparencia electoral son las cuestiones que logran el aprobado.
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Aquí los únicos valores democráticos que existen son los de Air Berlín,Tirme y los de los propietarios de gasolineras ilegales en rústico con el beneplácito de la "justicia".