La entrada a Palma desde la carretera del aeropuerto presenta esta imagen. | Joan Torres

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Acciona ha reclamado al Govern que sume 580.933 euros cada mes de paralización de las obras a la deuda de 34 millones acumulada por los trabajos ya realizados, según dio a conocer ayer el conseller de Turisme i Sports ante la Comisión de Turismo del Parlament.

Delgado comunicó a los grupos parlamentarios que el Govern y el Ajuntament de Palma continuarán con la paralización de las obras, que suman ya cuatro meses desde el 20 de julio de este año, «pero esta decisión supone que cada día que pasa sin solución se acumulan costes que se añaden a la deuda ya existente», señaló.

La suma de la deuda acumulada de los cuatro meses de paralización supera ya los 1,5 millones de euros, «cifra que irá en aumento a medida que pase el tiempo y no se encuentre un grupo inversor que acabe las obras», apuntó el conseller.

Proyecto

Ante los representantes del PP, PSIB y PSM-IV-ExM, detalló que Acciona ha ejecutado obras por valor de 75 millones de euros por las que ha cobrado 41 millones y soporta una deuda de 34 millones de euros que asciende mes a mes por las amortizaciones de créditos y los gastos de la obra parada, que se han comprometido a asumir las instituciones.

Lo que queda por construir para finalizar la infraestructura tiene un coste estimado de 33 millones de euros, y para el equipamiento está previsto un gasto de 2,3 millones del que más de la mitad corresponde a butacas.

«La deuda es el verdadero problema. Se están valorando todas las posibilidades de explotación, urbanísticas y de todo tipo, para buscar la viabilidad económica de esta instalación. Para ello, estamos conversaciones por correo electrónico y vía telefónica con varios grupos para que puedan seguir adelante las obras del Palacio de Congresos, si bien hasta el momento no ha fructificado ninguno de estos contactos encaminados a encontrar a una empresa que quiera gestionarlo».

En representación del PSIB, Jaume Carbonero mostró su preocupación por todos estos imponderables. «La situación está peor de lo que pensaba y admito la dificultad de gestionarla. A esto hay que sumar el grave problema de imagen que supone mantener una obra inacabada en uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad».

La diputada del PSM-IV-ExM Joana Lluïsa Mascaró ha lamentado la pérdida de congresos que ya estaban apalabrados y sugirió que, si ninguna empresa se interesa en la explotación de la infraestructura pagando un canon, «se ceda a alguna que asuma la gestión a cambio de acabar las obras».

El arquitecto de la obra, Patxi Mangado, sin estar acabadas las obras, «ya ha cobrado todos sus honorarios, que suman en total 9,8 millones de euros», indicó el conseller.