Los contenedores de la recogida neumática están fuera de servicio desde el pasado mes de mayo. | Jaume Morey

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El exalcalde de Palma Joan Fageda recuerda que «la decisión de poner en marcha la recogida neumática fue técnica no política», un proyecto con el que se trataba de dar respuesta a las protestas de los vecinos del centro histórico de la ciudad por las molestias que ocasionaban los camiones de Emaya y los contenedores tradicionales.

Fageda apoya la decisión del actual gobierno municipal, que preside el alcalde Mateo Isern, también del PP, de reclamar por la vía judicial los daños y perjuicios ocasionados por los fallos en el sistema. «La reclamación me parece una idea perfecta», señala el exalcalde, el cual precisa que «pienso que se tendría que haber presentado antes, cuando se detectaron los primeros problemas». No obstante, desde su perspectiva «es una injusticia calificar de estafa todo el proyecto».

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Cabe señalar que una iniciativa de estas características debía contar, necesariamente, con informes técnicos de la propia Emaya que fuesen favorables, los cuales justificaron su puesta en marcha. Además, fue Emaya la que decidió sustituir en 2004 a la empresa adjudicataria en las tareas de mantenimiento del sistema.

Por su parte, el PSOE de Palma pidió ayer que se convoque un consejo de administración extraordinario y que se consensue con vecinos, empresarios y grupos políticos «un sistema definitivo y estable como alternativa al fracaso de la recogida neumática». El presidente de Emaya, Andreu Garau, aceptará la petición de los socialistas y, como adelantó este periódico el pasado viernes, se pondrán contenedores soterrados en las zonas que sea posible cuando haya financiación.