En un comunicado, Romero precisa que, por indicación de la Casa del Rey, su intervención consistió en revisar la situación jurídica del Instituto Nóos en julio de 2005, aconsejar la separación entre actividades mercantiles y de fomento social del deporte, aconsejar más adelante la disolución inmediata de la Fundación ARETÉ e indicar que el papel de Urdangarin se limitara al Consejo Asesor de FCDIS.
Hace unos días, el exsocio de Urdangarin Diego Torres entregó al juez instructor del caso Nóos unos correos electrónicos que aluden al Duque de Palma como «alma mater» de la Fundación Cultura, Deporte e Integración Social, institución que el juez José Castro sospecha que pudo servir para que Urdangarin y Diego Torres desviaran fondos a paraísos fiscales.
En el comunicado difundido hoy, el abogado José Manuel Romero, asesor legal externo de la Casa del Rey, recuerda que, en julio de 2005, recibió «el encargo profesional de revisar la fórmula jurídica aplicable a la forma y al contenido de las actividades empresariales» que realizaba Urdangarín «en el marco del Instituto Noos».
«En especial -continúa-, las referidas al papel del deporte como instrumento de integración social, desarrollo de las ciudades y fomento del turismo, según fue informado, en aquel momento».
Como consecuencia, concluyó que «la forma jurídica de la 'asociación' que se venía utilizando no era la correcta, porque determinadas actividades que se realizaban a través de la Asociación Instituto Nóos eran de naturaleza mercantil».
Por tanto, «se aconsejó» a Urdangarin que, si era necesaria su colaboración en ese tipo de actividades mercantiles, debía canalizarse a través de una sociedad anónima o una sociedad limitada «adecuadamente constituida», sin participación del Duque de Palma.
Asimismo, indicó que las eventuales actividades en colaboración con las administraciones públicas «deberían someterse con todo rigor a la normativa de contratos públicos» y consideró «más conveniente» que esas actividades de fomento social del deporte se llevaran a cabo mediante la creación de una fundación privada, fórmula que «podía llegar a ajustarse, en mayor medida, al perfil del señor Urdangarin».
Sin contar con el asesor de la casa del Rey, Urdangarin y Torres constituyeron en mayo de 2006, con una dotación inicial de 30.000 euros, la Fundación ARETÉ, que, según recalca Romero, «no era sino una reproducción del esquema existente en el Instituto Nóos por lo que se refería a la composición de sus órganos directivos y al establecimiento de sus finalidades».
Ante esa situación, informó a Urdangarin de que la configuración jurídica y orgánica de ARETÉ «no era aceptable» para la Casa del Rey», por lo que aconsejó que la fundación fuera «inmediatamente disuelta» y, con tal fin, Romero «asumió su Presidencia durante un mes hasta su extinción».
El abogado José Manuel Romero, conde de Fontao, señaló que, si se buscaba la promoción social del deporte, sólo era posible mediante una fundación «que gozara de plena independencia, tanto por sus finalidades como por la configuración de sus órganos de gobierno o patronato», que «debía estar integrado exclusivamente por personas socialmente relevantes y con una marcada independencia».
En consonancia con las recomendaciones «reiteradamente puestas de manifiesto» por Romero, se indicó a Urdangarin «que no debería formar parte del órgano de gobierno de esta nueva fundación, limitándose, en su caso, a formar parte -junto con otros deportistas de prestigio- de un eventual consejo asesor».
La nueva institución, Fundación Cultura, Deporte e Integración Social, se constituyó en diciembre de 2006 en Barcelona con la dotación procedente de ARETÉ, cuya disolución ya se había acordado, y Javier Nieto Santa presidía entonces su patronato, mientras que su secretario no patrono era Raimon Bergós, «letrado que jurídicamente asesoró en su constitución».
Desde 2009, es Diego Torres quien preside el patronato, del que forman parte Ana María Teijeiro Losada, como vicepresidenta, y Miguel Teijeiro Losada como secretario, según recalca Romero, antes de dejar claro que él «no prestó asesoramiento jurídico de clase alguna» en relación con los trámites de constitución de la fundación y la determinación de las personas que integrarían su patronato.
El asesor de la Casa del Rey puntualiza que se limitó a informar sobre el estado que iban presentando los trámites para su inscripción en el Registro de Fundaciones del Ministerio de Cultura, «básicamente por razones prácticas, al estar ubicado en Madrid».
Como conclusión, insiste en que su intervención, por indicación de la Casa del Rey, consistió en revisar la situación jurídica de Nóos en 2005, aconsejar la separación entre las actividades mercantiles y las de fomento social del deporte, aconsejar después la disolución inmediata de la Fundación ARETÉ e indicar que el papel de Urdangarín se limitara al consejo asesor de la nueva FCDIS.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Justamente a esa fundación no la asesoró. Al resto si, claro. Vaya clan de chorizos que nos gobierna o están situados en puestos clave.