Diego Torres, durante su reciente declaración ante el juez Castro en Palma. | Reuters

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Los centenares de correos electrónicos aportados por Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarin en el Instituto Nóos, muchos de ellos comprometedores no sólo para el yerno del Rey y su esposa, la infanta Cristina, sino que también para la Casa Real, seguirán formando parte del voluminoso sumario del ‘caso Nóos', según lo decidió ayer el juez José Castro.

En una providencia, el titular del Juzgado de Instrucción 3 de Palma, se opone a una petición del abogado de Robert Cockx, presunto testaferro de Urdangarin en Suiza, para que se investigue el origen de esos correos.

«No ha lugar a abordar la investigación que se pide en tanto tales correos tienen como nota común que su envío o recepción se ha producido en entorno de la Asociación Instituto Nóos de Investigación Aplicada o de la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, y han venidio al pleito de la mano de su responsable», señala el juez.

Y subraya: «A ello se añade que su autencidad mayoritariamente no ha sido puesta en duda por los, en algunos casos intervinienmtes, y en otros aludidos».

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La mayoría de los correos intentan demostrar que la Casa Real supervisaba y estaba al corriente de las actividades desplegadas por Nóos.

‘SM'

Uno de ellos, publicado por este diario la semana pasada y que hace referencia a un escrito de Urdangarin a Torres, señala textualmente: «A ver si mañana hablamos porque es importante. SM (probablemente Su Majestad) me ha comentado un posible patrocinador y, al irme el domingo, quiero dejarlo en tus manos bien atado». El correo se refiere al fracasado proyecto ‘Ayre', con la participación de un segundo equipo español en la 33º edición de la Copa América.

La documentación de Torres también revela la existencia de correspondencia entre Urdangarin y la amiga del Rey Corinna zu Sayn-Wittgenstein con el trasfondo de un empleo para el yerno del Rey en la Fundación Laureus.