Diego Torres y su esposa, Ana María Tejeiro. | PERE BOTA

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«Iñaki Urdangarin era quien estaba detrás, incluso delante, si se nos permite el juego de palabras, de la Fundación de Deporte Cultura e Integración, lo que no era ningún secreto, como se pretende vender de contrario», señala el abogado de Diego Torres, exsocio del yerno del Rey en el Instituto Nóos, en un escrito remitido al juez José Castro, en el que incluye nuevos correos electrónicos.

Torres avala su argumento de que Urdangarin nunca tuvo la intención de alejarse de Nóos en 2006, tal y cómo se lo pidió la Cara Real, con el papel que desempeñó la secretaria del marido de la infanta Cristina, María Ángeles Almazán, quien declaró en calidad de testigo ante el fiscal anticorrupción Pedro Horrach y el juez.

El exsocio de Urdangarin afirma que Almazán «faltó a la verdad» en su testifical en insiste en que estaba «en permanente contacto con La Zarzuela, a través del insigne asesor de la Casa de S. M. el Rey, Carlos García Revanga», subraya. A éste último, Torres le califica con ironía de «el no angloparlante y de gran proyección internacional».

Escritura

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También, Torres remite al juez una fotocopia de la escritura pública de compraventa de un piso, propiedad de los duques de Palma (75% de Urdangarin y el 25% de la infanta Cristina) situado en la avenida Predalbes de Barcelona por un precio de 2.224..268,00 euros. El comprador fue la sociedad Ángel de Pintura S.L. y, según el exsocio de Urdangarin, «se desconoce si la operación finalmente se llevó a efecto».

Torres, asimismo, critica a la secretaria de Urdangarin que no recuerde haber trabajado a las órdenes de Antonio Ballabriga, director de los Juegos Europeos, el fallido proyecto financiado por la Generalitat Valenciana. La Fundación Deporte, Cultura e Integración Social de Urdangarin cobró 382.000 euros por un proyecto que no vio la luz.

«Realizó (para Ballabriga) incluso tareas de carácter personal...y precisamente por ello, conoce perfectamente que Iñaki Urdangarin era quien estaba detrás de la Fundación», señala. Diego Torres, imputado en el ‘caso Nóos’ junto a su mujer, Ana María Tejeiro, ha remitido centenares de correos electrónicos supuestamente comprometedores para los duques de Palma, la Casa Real, y otros testigos e imputados al juez, en momentos clave de la investigación.

Esta nueva entrega de emails de Torres se produce poco antes de que el juez y el fiscal se desplacen a Madrid y Barcelona para interrogar a unas 35 personas, entre ellas, Jose Manuel Romero, conde de Fontao y al dirigente del Partido Popular, Esteban González Pons.