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Cuatro años de cárcel. Esa es la condena que el abogado de J.M.M.S., el joven palmesano que pretendía sembrar de bombas la Universitat de les Illes Balears (UIB), y que está en prisión desde octubre del pasado año, ha pactado con la Fiscalía de Balears.

El protocolo de conformidad, que ya está redactado y que evitará la celebración del juicio en la Audiencia de Palma, tiene muy en cuenta el atenuante de la disminución de la capacidad volitiva de Morales.

El joven ha sido sometido a varios exámenes psiquiátricos en los últimos meses y los médicos dictaminaron que sufre «un trastorno paranoide de la personalidad con rasgos psicopáticos, debiendo ser tratado de forma inmediata para asegurar que el mismo pueda encauzar su vida con una conducta adaptada».

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Código Penal

El pacto alcanzado se basa, asimismo, en el artículo 568 del Código Penal sobre «la tenencia o el depósito de sustancias o aparatos explosivos, inflamables, incendiarios o asfixiantes», que es castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años, «si se trata de sus promotores y organizadores».

Si se hubiese demostrado que la acción fallida de J.M.M.S. conllevaba riesgo para la vida de las personas, como sería el caso de la UIB, el delito comportaba penas de entre 10 y 20 años, pero en su caso se aplicaría en grado de tentativa inacabada porque no llegó a colocar las bombas. Por ello, la pena se habría rebajado en dos grados y quedaría de 1 a 5 años de cárcel.

A J.M.M.S., sin embargo, no se le ha imputado el delito de terrorismo porque se ha demostrado que no pertenece a ninguna banda armada. La fiscal Concha Ariño solicitaba una pena de cinco años de cárcel para el 'joven de las bombas' en la UIB por un delito de tenencia de explosivos. El juez que instruyó la causa fue Enrique Morell.