La protesta tendrá lugar el jueves frente al Parlament.

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El PSIB llevó ayer hasta el extremo la literalidad de la Llei de Símbols -que se aprobará en el último pleno del año, únicamente con los votos del PP- y que, según el diputado Antoni Diéguez, abre la puerta a «situaciones aberrantes» que «convertirán a nuestra comunidad autónoma en el hazmerreír de España».

Según el socialista Diéguez, esta ley no se refiere sólo a la colocación de símbolos en edificios públicos, sino a su utilización en cualquier dependencia. De acuerdo a su tesis, incluso sería posible sancionar -o solicitar una autorización previa- a quien entre en una oficina pública con un lazo; lleve pegatinas ‘no oficiales' por una carretera de titularidad autonómica o en un autobús. Y fue más allá: hasta Marivent estaría afectada ya que el palacio está parcialmente subvencionado por el Govern y eso obligaría a la Casa Real a pedir permiso para colocar su estandarte.

«Haber dejado esta ley en manos del vicepresidente Gómez es como haber puesto una metralleta en la manos de un niño», aseguró.

Presupuestos

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La Ley se aprobará el jueves, después de concluido el debate sobre los Presupuestos que se inicia hoy. Por el momento se han aceptado dos enmiendas (una del PSIB y otra de Més) pero la portavoz ‘popular' Mabel Cabrer afirmó que podrían aceptarse otras siempre y cuando no afectaran al proyecto.

Mabel Cabrer defendió el texto de la Llei de Símbols -que se aprobará sin solicitar otro dictamen al Consultiu, como reclama la oposición- y dijo que «es necesaria para que todos se sientan cómodos en los edificios públicos». Según Cabrer «la izquierda ha querido politizar los edificios públicos».

También el grupo Més criticó la Llei de Símbols que «introduce la censura previa» y «sólo se aprueba para acallar las protestas contra Bauzá».

Para la oposición, esta norma tiene los mismos objetivos que la ley estatal de seguridad ciudadana: cortar cualquier tipo de protestas.