Joana Maria Camps, esta mañana en el Parlament. | Joan Torres

TW
17

La consellera de Educació, Joana Maria Camps, ha dicho hoy que ella no era titular de este departamento cuando se aprobó el decreto de aplicación TIL y ha aseverado: «Cuando el presidente deje de necesitarme, no habrá ningún problema y me iré».

En los pasillos del Parlament, Camps ha insistido esta mañana en que aún no ha leído la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) de hoy que declara nulo el decreto del Govern que regula el Tratamieto Integrado de Lenguas (TIL) porque se aprobó sin la «imprescindible» consulta a la Universidad de las Islas Baleares (UIB).

Camps ha afirmado que el TIL debe continuar aplicándose en las escuelas y que la Abogacía de a Comunidad Autónoma analizará jurídicamente la sentencia.

Preguntada por los periodistas si se plantea dimitir, tal y como exige la oposición, Camps ha subrayado que ella no era consellera cuando el Consell de Govern aprobó el referido decreto. «Si vamos a lo personal, yo ni siquiera era consellera cuando se aprobó el decreto», ha respondido.

«Yo estoy aquí para cumplir lo que se me ha encomendado; creo en un proyecto y cuando el presidente deje de necesitarme, pues no hay ningún problema y me iré», ha declarado.

Noticias relacionadas

Análisis

Camps ha dicho hoy que «se analizará, se respetará y se tomarán todas las decisiones que jurídicamente y legalmente correspondan».

Camps ha respondido en el pleno del Parlament a la diputada socialista Cristina Rita, que le ha preguntado si «el Govern insistirá en mantener el TIL» tras la sentencia, así como el conflicto educativo.

«La sentencia no la he podido analizar y no creo que usted tampoco la tenga para poder hablar con propiedad», ha señalado Camps, quien ha insistido en que «el Govern no quiere mantener ningún tipo de conflicto» educativo.

«Los principales interesados en mantenerlo son ustedes, que hasta en un tema de Port de Ibiza me meten al TIL», ha criticado Camps, que ha reiterado una vez más que el ejecutivo balear «no tiene ninguna obsesión contra el catalán», la lengua que ella misma utiliza principalmente para comunicarse, ha destacado.