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El exconcejal de Urbanismo de Palma Rodrigo de Santos confesó al fiscal anticorrupción Pedro Horrach que el constructor Antonio Pinal le contó que había pagado la sede del PP balear a cambio de obtener la concesión para desarrollar un proyecto urbanístico en los antiguos cuarteles de Son Busquets.

De Santos, condenado por corrupción, hizo esta confesión el pasado julio en el marco de las diligencias desarrolladas por la Fiscalía Anticorrupción de Balears en torno a la adjudicación del hospital de Son Espases, de las que se ha derivado una nueva pieza del caso Palma Arena relativa a la financiación irregular del PP.

Esta pieza está siendo investigada por el juez José Castro, que este viernes ha dado traslado a las partes de los documentos aportados por Horrach, entre las que está la confesión en la que el exconcejal relata cómo, en el transcurso de una cena, Pinal le agradece que haya sido sincero respecto a la imposibilidad de ejecutar un proyecto que «le había costado a él el pago de la sede del PP».

Cuenta que conoció al constructor por mediación del entonces diputado del PP Joan Huguet y que el empresario se sentía «agraviado» porque no se le había concedido la rehabilitación de Sa Gerreria.

Más tarde, a finales de 2003 o principios de 2004, se reunió en el despacho de la entonces alcaldesa, Catalina Cirer, con el promotor, quien le contó su proyecto para Son Busquets, propiedad del Ministerio de Defensa.

«Quería llegar a un acuerdo con el Ministerio de Defensa», para hacer una sociedad mixta entre el Ajuntament y su empresa, Brues, con el fin de urbanizar la zona, para lo cual se constituyó un consorcio entre el Govern y el consistorio, puesto que el plan incluía viviendas protegidas.

De Santos, que sostuvo que Cirer defendía que se desarrollara la idea «legalmente», se reunió después con Pinal y con el entonces presidente y líder del PP, Jaume Matas, que le prometió al constructor adjudicarle las obras con la fórmula del convenio urbanístico si él obtenía el beneplácito de Defensa.

El exedil defendió, por contra, que el consorcio tenía que convocar un concurso público. Matas le llamó a su despacho y cuando llegó el presidente no estaba pero sí Pinal, que le entregó una carta firmada por el entonces director general de Infraestructuras del Ministerio de Defensa, Joan Mesquida, que avalaba la idea de Pinal de construir viviendas a través de una empresa de capital mixto, relató De Santos al fiscal.

El «arrepentido», que asegura que planteó su dimisión dadas sus diferencias de criterio con el presidente del Govern y líder de su partido, consiguió que prevaleciera su postura, el concurso se convocó y presentaron ofertas Brues y otra empresa.

Según declaró a Horrach, la mesa de contratación declaró desierto el concurso, decisión ante la que Matas le planteó a él y a Mabel Cabrer, entonces consellera de Obras Públicas, que trataría de poner de acuerdo a los dos licitantes para que pactaran para impulsar el proyecto.

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Finalmente no hubo tal acuerdo y el proyecto quedó bloqueado, por lo que Pinal le confesó su frustración porque había pagado la sede del PP sin obtener nada a cambio.

La declaración de De Santos coincide con la que realizó ante la comisión de investigación de Son Espases el extesorero del PP Luis Bárcenas, en cuanto a que éste también aseguró que Pinal había aportado fondos a la compra del inmueble.

El exconcejal de Urbanismo también detalló al fiscal Anticorrupción que varias personas le dijeron que el entonces gerente del PP (y cuñado de Matas), Fernando Areal, había pedido «algún tipo de comisión» tanto a OHL como a Dragados y al resto de licitadores que optaban a la construcción del hospital de Son Espases.

Según De Santos, las personas que le dijeron que Areal había pedido esas comisiones fueron el entonces gerente del Ib-Salut, Sergio Bertrán; la que era jefa de gabinete de Matas, María Umbert; el delegado del área de Construcción de Dragados en Balears, Juan Antonio Esteban, y el director en aquel momento del diario «El Mundo» en Balears, Eduardo Inda.

Esta información confirmaba lo que varios constructores le habían indicado a él personalmente, en el sentido de que Areal pedía comisiones por concursos.

De Santos dijo al fiscal que él no tuvo nada que ver en la adjudicación del concurso, únicamente intervino en la elección de los terrenos y no recibió ninguna instrucción política al respecto.

El exconcejal detalló en su declaración ante el fiscal que Esteban le concretó que Matas pidió al presidente de ACS (grupo al que pertenece Dragados), Florentino Pérez, una cantidad tan importante de dinero por la adjudicación de Son Espases que estaba «asustado».

Según De Santos, el concurso para elegir una empresa que valorase las ofertas para construir Son Espases se amañó por orden de la entonces consellera de Salud, Aina Castillo, para elegir a Global PM, «una consultora de confianza», algo que le contó Bertrán.

Cuando De Santos supo por Bertrán que al día siguiente iba a proponer como adjudicataria a la UTE encabezada por OHL, llamó al director de «El Mundo» para advertirle de que ésta iba a ser la adjudicataria, y no Dragados como había publicado el periódico.

El exconcejal de Urbanismo también detalló a Horrach que recibió la orden de Matas de cambiar el proyecto de la fachada marítima aprobado al final de la legislatura del Pacte de Progrés, en 2003, y que se pusiera de acuerdo con el entonces responsable de Gesa, Bartolomé Reus, para que se pudiera construir allí el Palacio de Congresos, por intereses particulares de dicho directivo.