La portavoz del ejecutivo balear, Núria Riera, y el conseller de Agricultura, Medi Ambient i Territori, Biel Company, han presentado este plan en la rueda de prensa tras el Consell de Govern.
El objetivo es gestionar las 222.000 hectáreas forestales que tiene Balears y que suponen más del 44 % de su superficie total, evitar incendios y generar una economía local basada en el uso de la biomasa como energía limpia, ha explicado Company.
Según ha detallado, el proceso para llegar a la aprobación de este plan ha sido largo, ya que comenzó en noviembre de 2011 y en él han participado 365 instituciones y la ciudadanía en general.
Con este documento, Baleares deja de ser la única comunidad autónoma que no contaba con un plan forestal, que se ha sometido a la correspondiente evaluación ambiental estratégica.
El plan establece una estrategia para afrontar de forma participada y consensuada los retos que presenta la futura gestión de los bosques y las superficies forestales de Baleares en 21 años, para abarcar los tres próximos periodos financieros de la Unión Europea (2015-2020, 2021-2028 y 2029-2035).
Durante los primeros cinco años, el plan establece una previsión presupuestaria de 185 millones de euros a partir de la financiación pública, tanto del ejecutivo balear, del Gobierno central y de Europa.
El plan estudia 20.086 propiedades forestales y 19.019 agroforestales, de las que resulta un promedio de 5 hectáreas por explotación forestal y 11 agroforestales.
El plan se vertebra en cinco ejes de intervención, con 18 retos y 98 medidas específicas e iniciativas concretas.
El documento se centra en la reactivación y la reorganización del sector forestal como motor del desarrollo de las comarcas rurales, la generación de servicios ambientales, la implantación de nuevas iniciativas de economía verde y la puesta en valor de los productos forestales.
El conseller ha resaltado la importancia de que el plan permita la gestión de los bosques como medida preventiva de incendios, ya que, según ha dicho, en los últimos 40 años en Balears se ha generalizado la prohibición lo que ha degenerado en abandono de estos espacios.
«Lo que no gestionamos nosotros lo gestiona el fuego», ha señalado Company, quien ha precisado que el plan también pretende generar incentivos públicos a los propietarios y payeses para que sean estos los que gestionen sus bosques, generen biomasa y la consiguiente energía limpia, lo que a su vez colabora en la economía local.
En este sentido, ha resaltado que una de las vías de financiación de este plan forestal es el de desarrollo rural, que prevé estas líneas de ayudas.
El objetivo es que a los propietarios les resulte «rentable» todo el proceso de transformación de biomasa en energía, no «un super negocio», pero que sea «un aliciente para mantener los bosques en buenas condiciones como una manera de evitar incendios», ha defendido.
Sin embargo, el conseller ha subrayado que lo que interesa, sobre todo, es gestionar la leña porque es la que tiene más potencial de producir incendios.
En 1971 Balears tenía contabilizados 34 millones de árboles y en 2012, la cifra llegó a los 67 millones.
El plan propone la creación de un comité como órgano de coordinación de la política forestal con representación del sector, las administraciones y la sociedad civil y en el plazo de seis meses contados a partir de que haya transcurrido el primer periodo de vigencia, el Govern elabore un informe de evaluación, revisión y justificación de su grado de cumplimiento.
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