Fotografía de archivo (Segovia, 31/10/2014), del exministro y expresidente de Baleares, Jaume Matas. | Efe

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El expresidente del Govern balear y exministro Jaume Matas será excarcelado en los próximos días tras cumplir nueve meses de condena por tráfico de influencias en la prisión de Segovia, donde recibe tratamiento de la tuberculosis auditiva que padece.

Matas está pendiente de la concesión de un permiso carcelario para salir definitivamente del centro de reclusión segoviano antes del 28 de abril, fecha en la que habrá cumplido la pena por la que fue encarcelado el 28 de julio de 2014, según ha confirmado su abogada, Pilar Gómez Pavón.

Ha explicado que el exlíder del PP balear tendrá que ser sometido en breve a una nueva intervención quirúrgica para abordar las consecuencias de la tuberculosis que le ha afectado al oído, aunque su estado ha mejorado desde que se ha determinado con precisión la causa de su dolencia.

La letrada ha señalado que Matas confía en obtener un nuevo permiso penitenciario después de haber disfrutado durante su reclusión de dos permisos de seis días cada uno.

Además, el expresidente balear salió de prisión el 31 de octubre tras lograr que se le aplicara el tercer grado que le permitía volver solo a dormir a la cárcel segoviana y pasar los fines de semana en su domicilio de Madrid, una situación que terminó el 10 de diciembre debido a la revocación judicial del régimen de semilibertad.

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Durante ese periodo fue sometido a una intervención quirúrgica en el oído en un hospital de Madrid, aunque los resultados no fueron los esperados.

De hecho, Matas apeló a sus problemas auditivos para negarse a declarar el 20 de febrero ante la comisión del Parlament balear que analizó la adjudicación bajo su mandato del hospital Son Espases de Palma.

Acompañado por su abogada, el expresidente balear compareció por videoconferencia desde la cárcel portando una venda que le cubría ambos oídos y manifestó que no contestaría a ninguna pregunta por limitaciones «evidentes».

Cinco semanas después, aunque en esa ocasión sin presencia de medios de comunicación, también compareció vendado y rehusó responder por videoconferencia al juez José Castro, que le había citado como imputado en el caso de la presunta financiación irregular de la sede del PP de Baleares.

Además de su imputación en esa nueva pieza de la macrocausa conocida como Palma Arena, durante su estancia en prisión se ha sustanciado la acusación contra él en el caso Nóos, en el que le Fiscalía le reclama 11 años de cárcel, y el juez ha cerrado la pieza sobre el encargo de un teatro de la ópera al arquitecto Santiago Calatrava, en la que será el único acusado.

Asimismo, el Tribunal Supremo confirmó en febrero la segunda condena por corrupción que pesa sobre el exministro de Medio Ambiente: 9.000 euros de multa por cohecho al propiciar un contrato ficticio de un empresario hotelero que pagó 42.000 euros a su esposa.