En 1937 la República en guerra nombró ministro de Justicia a Juan García Oliver, anarquista y antiguo pistolero de la FAI. Siendo ya ministro acudió a una recepción ofrecida por autoridades británicas en Valencia. Oliver se presentó vestido impecablemente de smoking. Con ironía, un británico le preguntó: «¿Cómo? ¿Un miembro de la FAI en smoking?». Y el titular de Justicia respondió: «Sí, yo antes era camarero». También este jueves algún excamarero entro en la Cámara. Pero el sistema todo lo absorbe. Y que nadie olvide que un trabajo de camarero hoy en día (como en los años 30) es mucho. Así es el signo de los tiempos. Acabada la guerra, García Oliver se exilió en Méjico. Acostumbrado a mandar, se convirtió en empresario.
Si se mira la vida en el exilio de muchos de aquellos revolucionarios de 1936, se ve que cuando un sistema les acoge, acaban adaptándose y hacen avanzar el sistema de libertades desde el equilibrio. Se puede comprobar mirando las fotos de las milicias revolucionarias que en aquel incendiario verano del inicio de la guerra civil salían a combatir hacia la Sierra del Guadarrama. Destaca por su hermosura una jovencita con un fusil casi tan grande como ella. Se llamaba María Arnaiz. Militante comunista, leninista convencida, Arnaiz también huyó a Méjico al final de la guerra. Su marido fue fusilado en Madrid. En Méjico estudió Derecho. Cuando falleció la década pasada fue honrada como una de las catedráticas más prestigiosas de aquel país. Sus libros de Derecho político son un sólido canto a la democracia.
Entre los comisarios políticos que detuvieron el avance de las tropas franquistas hacia el corazón de Madrid se encontraban jóvenes escritores como Ramón J. Sender, o compositores como Gustavo Durán, que ya en el exilio acabó trabajando para la ONU como intermediario y pacificador en conflictos africanos
Los ejemplos de aquella generación de combate, muchos de cuyos componentes apenas tenían 17 años, son interminables. Hay que aprender del pasado para entender que es preciso comprender a los jóvenes, a los que eligen y a los elegidos, pero todos obsesionados por la carencia de futuro y, sobre todo, no tratarlos como apestados o como chusma. «Eso es peor que un error, son tics inquisitoriales que nos retrotraen al pasado más negro de nuestra Historia», afirma un veterano socialista. Antonio Machado decía que de cada diez cabezas nueve embisten y una piensa. Hay que aprender de su legado.
Cuando una generación joven amenaza con la ruptura total, lo que debe hacer un sistema político inteligente es respetarles, porque toda fuerza renovadora, si no se siente despreciada, acaba por ser positiva y capaz de mejorar todo lo existente.
Los diputados con alpargatas en el Parlament pueden ofender. Unos son más jóvenes que otros, pero todos desprecian la casta. Lo importante es visualizar que ellos también son el futuro.
12 comentarios
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Creo nos está pasando que nos señalan la luna y miramos el dedo. Siendo cierto que no iríanos a una boda vestidos de torero o a un funeral de payaso, tampoco han ido en chanclas y bermudas. Quien lleva piercing (que no me gustan) o tatuajes (que no me gustan) los lleva siempre. Como quien lleva un pendiente. Benditas alpargatas si han de hacer bien su labor y honestamente. Un poquito triste es ya que nos tengamos que conformar con políticos que sean simplemente honrados.
Creo que el hábito no hace al monje, .....por eso pienso que lo más importante son las personas y sus intenciones, aunque en ciertos momentos hay que saber estar, el bañador para la. Playa y los tacones para la fiesta.... Saludos a todos y que tengáis un buen día.
Tenc 75 anys i crec, com tu, amb aquesta generació nova que vesteix com vol i és sincera amb el que diu i manifesta al carrer i al parlament. Bon escrit el teu!!! Davall les corbates hi havia massa mentida...
Tenc 75 anys i crec, com tu, amb aquesta generació nova que vesteix com vol i és sincera amb el que diu imanifesta al carrer i al parlament. Bon escrit el teu!!! Davall les corbates hi havia massa mentida...
Señor Joan, ya se acabó la guerra civil, además ya estamos en otro siglo. Los revolucionarios de entonces lo destrozaron todo, porque no se conformaban con la protesta y arreglar las cosas, lo que querían es el poder y dominar a la gente. Estos tipos con alpargata se ríen de todos los que los han votado. No sea filosófico.
Prefiero 1.000 alpargatas y piercings a los típicos corruptos, mentirosos y Iadrones de corbatita y cuello blanco, que en lo único que sí están licenciados es en trincar y engañar a la población.
No se escribe Méjico, se escribe México (aunque se pronuncie "Méjico), igual que se debe escribir Texas y Oaxaca y pronunciarlo como "j".
Un acierto tus artículos en este UH digital. Periodismo de calidad, culto, del bueno. Es un placer leerte.
Alpargatas, piercings, tatuajes y rebeldía son normales entre los jóvenes (ahora la adolescencia no se sabe bien cuando acaba) pero en fulanos de 40 y tantos disfrazados de jóvenes rebeldes para medrar da bastante pena. Hay que saber quien eres, qué edad tienes y donde estás.
Joan: siempre te admiré por tu ansia y capacidad de lectura. Pero te admiro mas por acordarte de ello. Esperemos nuestros nuevos políticos descalcifiquen las cañerías y vuelva a correr el máximo de eficiencia.