En una página web de alquiler turístico se pone como «cebo» esta imagen.

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El alquiler turístico incontrolado está generando ya problemas de imagen a Balears en los mercados emisores extranjeros. La Direcció General de Consum indica que «hay un limbo legal en las relaciones entre particulares, de ahí que se necesita regular este tipo de comercialización».

Aquí entra en liza la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y la Ley del Turismo, pero todo lo relacionado con los alquileres turísticos, lo que los hoteleros llaman alojamiento colaborativo, debe regularse de aquí al inicio de la próxima temporada turística, tal y como ha señalado en varias ocasiones el vicepresidente y conseller de Innovació, Recerca y Turisme, Biel Barceló. Desde la Conselleria de Turisme entienden que todo aquello «que afecte a la imagen y competitividad de las Islas tiene que erradicarse».

Las quejas que llegan a Consum y Turisme son, de momento, casi simbólicas, ya que el turista extranjero que alquila este tipo de viviendas opta por buscarse otras vías para solventar sus problemas.

Desde Turisme puntualizan que pueden ser casos simbólicos que no representan a la generalidad: «Todas las denuncias que nos llegan son inspeccionadas. Es lo único que podemos hacer, ya que gran parte de esta oferta no es reglada y se encuentra fuera de cualquier tipo de control».

La regulación de este tipo de alojamiento colaborativo ha crecido de forma exponencial en los últimos años como consecuencia directa del incremento de portales de internet, que este verano está registrando sus máximos de actividad en cuanto a comercialización en las Islas.