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Un juzgado de Palma ha condenado a diez meses de cárcel por intrusismo a un hombre que trabajó como dentista en una clínica de la ciudad sin tener ningún título que le habilitase para ejercer esa profesión, según ha informado el Colegio de Dentistas de Balears.

La sentencia, dictada tras un juicio rápido por la titular del juzgado de instrucción número 10 de Palma, recoge la confesión del acusado, que admitió que «desde fecha indeterminada hasta, como mínimo, el mes de mayo de 2015», realizó tratamientos odontológicos sin tener el título preceptivo.

El condenado, que fue acusado por una mujer a la que extrajo dos piezas dentales, ha visto reducida la condena en un tercio de lo previsto como pena máxima por intrusismo continuado porque confesó los hechos.

El Colegio de Dentistas, que se personó como acusación particular en el proceso, aconseja a los pacientes que consulten si su dentista está colegiado para «cerciorarse de que quién les atiende es un profesional de la salud oral».

En un comunicado, la asociación profesional subraya que quienes requieren atención bucodental tienen derecho a conocer la identidad y titulación de cualquier profesional que participa en su tratamiento.

«Es muy importante que quien dé la información sobre el tratamiento propuesto y oriente al paciente sea un dentista, no un comercial o un gerente de la clínica», insiste el colegio oficial, que asegura que colabora con las autoridades sanitarias y judiciales para perseguir el intrusismo en su sector.

Por ello, anima a quien sospeche que puede haber sido tratado por un dentista no cualificado a que lo denuncie «para poder perseguir este tipo de prácticas ilegítimas por el bien de la salud de la población».

«El Colegio se ha personado y se personará en todos los procesos judiciales de los que tenga conocimiento y en los que se pueda detectar alguna vulneración de la legalidad vigente», incide la organización profesional.