José María Rodríguez. | Joan Torres

TW
6

El rodriguismo está unido y el delfín Álvaro Gijón ya se prepara para suceder a San José María. Aprovecharon la reunión del comité de dirección de este miércoles para restregar por la cara a los regionalistas la manera como actuaron con José Ramón Bauzá, al que trataron como a «un apestado» y lo echaron a cajas destempladas, prácticamente a patadas. «Después se ha visto que los resultados del 20-D no han supuesto una recuperación decisiva del PP-Balear. Se ha crecido un poco, pero no lo suficiente para justificar la manera como trataron a José Ramón. Fue vergonzoso». Además, los regionalistas movieron piezas en Madrid para impedir que Gijón no fuese de número cuatro en la lista.

La reunión del comité (el mismo que había nombrado Bauzá) les sirvió para expresar sus quejas y mostrar sus heridas y cicatrices, «pero desde la exigencia de que el partido esté más unido que nunca para que todos miremos hacia el futuro. Ha quedado claro que hay formas de actuar que no se pueden aceptar».

No sólo José María o Álvaro estuvieron en esta línea, sino también Marga Durán, designada por Bauzá para ser cabeza de lista a Cort y que fue el detonante de la tremenda guerra fratricida que se desató hace unos meses. En aquellos meses previos a las autonómicas y locales del 20-M, las juntas de las barriadas de Palma estuvieron junto al tándem José Ramón-José María, pero el distrito del Casco Antiguo se levantó y exigió que el candidato continuase siendo Mateu Isern. Allí se encendió la mecha que afectó a toda Mallorca.

Por eso este miércoles Álvaro recordó con sorna que «Podemos ha ganado en algunas zonas del Centro Histórico, así como en El Molinar, que nadie lo olvide. Y fuera de Palma han vencido en pueblos como Artà, Puigpuyent o Deià. Debemos podernos todos en guardia y luchar por un modelo de partido más transparente, abierto, democrático y al servicio de los ciudadanos u otros nos desbordarán».

Los regionalistas bajaron la cabeza cuando Álvaro recordó a Bauzá, hoy convertido en prácticamente un exiliado del PP, convertido en monstruo del lago Ness. No niegan que cometiese errores, «pero otros también y se han salido de rositas»

En términos prácticos, esta declaración de amor eterno al PP significa que el rodriguismo ha sacado toda la artillería para mantener el control en Palma. Pero para eso tenían que sacar los colores al regionalismo «y bajarle los humos porque en las urnas tampoco se han mostrado imbatibles, ni mucho menos. Los problemas del PP son muy profundos y no se resuelven analizándolos como una guerra de personalismos».

De esta forma, el territorio ha vuelto a quedar marcado (al menos en apariencia). Palma para el rodrigato y la Part Forana para los Vidal, Company y compañía. ¿Y qué pasará con Isern?. Tendrá mucho trabajo en Madrid. Y gente afín a él como Tito Fiol y Aina Aguiló deberán seguir trabajando mucho porque con el pollo que hay montado en Madrid los procesos congresuales